Es el vídeo del momento. "El partido jamás visto", el cortometraje del RC Celta publicado este miércoles ha levantado el aplauso y admiración de la afición pero también de todo el mundo del fútbol.
El vídeo, que finaliza con el lema "Todos Xuntos, Sempre Celta", pretende motivar a la afición de cara al vital de este sábado contra el Barcelona. Dirigido por Marcos Rocha, periodista y director de comunicación del club desde junio, ha necesitado "muchísimas horas de trabajo y toneladas de ilusión" según relatan los propios miembros de Celta Media.
Las imágenes fueron capturadas por el subcampeón del mundo de drones y suponen una desarrollan conjunta con patrocinadores, equipo de Redes Sociales y jugadores. El gaditano Iván Merino fue el encargado de grabarlo con sus aparatos, capaces de alcanzar los 180 km/h y realizar pasadas dignas de los mejores efectos especiales. Pero hay un factor clave para entender por qué nos ha gustado tanto: la nostalgia.
Los sudamericanos, tras los pasos de la Brasil del 98 pero sin aeropuerto
El "Paraíso Celeste" comienza en la playa de Arneles con Jeison Murillo, Thiago Galhardo, Néstor Araujo y Franco Cervi compartiendo toques y rondos.
¿Las porterías? Dos chanclas. No es Copacabana, aunque la música y el paisaje invitan a pensar en unas aguas más cálidas que las de la ría de Aldán.
La escena recuerda, salvando las distancias, al mítico comercial de Nike para Brasil en el Mundial del 98. En aquella ocasión, eran los Ronaldo, Roberto Carlos, Dunga o Cafú los que hacía diabluras por todo el aeropuerto, siempre bajo la atenta mirada de Eric Cantona.
Partido sobre la cubierta del "O Que Faltaba Chárter"
La fiesta se interrumpe ante la llegada de unos "invasores" que, en esta ocasión, son de la propia tierra. Hugo Mallo capitanea una vez más a los canteranos, escoltado en esta ocasión por Brais Méndez y Carlos Domínguez. Tras el reto, con la condición de que haya partido de vuelta, vemos un encuentro de fútbol sala
La escena tiene lugar en el "O Que Faltaba Chárter", un antiguo barco mejillonero y que en la actualidad sirve como crucero turístico. Al timón se encuentra su patrón, Fito Dacosta Piñeiro, mientras los goles se suceden en ambas porterías pese a la superioridad numérica de los visitantes, que lucen la segunda equipación.
En esta escena, la más complicada a nivel técnico, vemos similitudes con el torneo organizado por Eric Cantona a bordo de un mercante en el comercial de Nike para el Mundial de 2002. En equipos de 3 contra 3, los Figo, Luis Enrique, Henry o Totti iban enfrentándose dentro de "La Jaula" que daba nombre al spot. Y aunque en televisión los perdedores debían arrojarse al mar, aquí es el balón el que cae a las aguas de la ría ante la mirada de impotencia de los jugadores.
Iago Aspas se corona como Príncipe de las bateas
Es entonces cuando el corto alcanza su clímax. Un espectacular travelling nos lleva hasta una de las bateas sobre la cuál se haya su Príncipe. Pelota en mano y con su pose más característica, Iago Aspas mira desafiante al horizonte y proclama: "Ahora, me toca a mí".
El propio Iago comentaba en rueda de prensa el jueves que el guion no era suyo, pero que entendía que la frase era apropiada dado su rendimiento esta temporada. Solo suma tres goles y el Chacho ha comenzado a dosificarlo a sus 34 años. Sin embargo, el mantiene la ambición de un chaval.
En este caso, la escena recuerda también al final de otro de los anuncios más memorables del comienzo del nuevo milenio, aunque en esta ocasión es de Pepsi. En el duelo del salvaje Oeste entre Manchester United y Real Madrid, el lanzamiento de falta de Beckham encendía los ánimos de uno de los galácticos que no se encontraba en plano hasta ese momento.
El "hey gringo" de Roberto Carlos saliendo de la barbería, justo antes de quitarse la gabardina y aparecer de corto, completa la imagen.
Aún así, no faltan los que creen que la escena es carne de meme que podrá aplicarse en nuestro día a día.
Unas producciones de otro tiempo
Con el paso de los años y el encarecimiento de los cachés de los futbolistas, este tipo de anuncios fueron perdiendo peso hasta desaparecer. Las grandes marcas han preferido centrarse en influencers o deportistas individuales antes de coordinar un equipo digno de una superproducción de Hollywood. Una de las últimas ocasiones en que vimos uno de este tipo fue en el Mundial de Brasil 2014.
Si este cortometraje fue posible fue gracias al trabajo y coordinación del equipo humano del Celta. Por el momento, ya han asegurado que si la acogida es buena habrá segunda parte.