El Celta ha lanzado un comunicado en el que informa de que "a través de un burofax", se le exige al club la "incorporación inmediata a los entrenamientos del equipo" de Santi Mina, condenado el pasado 4 de mayo a cuatro años de prisión por abuso sexual.
Tras conocer la sentencia, el club decidió apartar "provisionalmente" al delantero e incluso eliminó su presencia en la página web. Con el comienzo de la pretemporada, Mina no se presentó con el resto de jugadores, una situación que ahora da un vuelco.
El Celta, que ha trasladado que "se reserva su derecho de reclamar, si la sentencia deviene firme, todos los daños y perjuicios ocasionados por el comportamiento del jugador a la entidad tanto económicos como de imagen del club", ha asegurado que se ve "obligado" a reincorporar al jugador a las sesiones de preparación.
En el comunicado, han mostrado su "sorpresa" por el movimiento del jugador que, consideran, está encaminado "a dañar al RC Celta, que desde la sentencia judicial obró conforme a los valores de este club y de su afición y a los que no renunciará bajo ningún concepto", y señalan que Mina rechazó "una oferta para jugar en un equipo de otra liga".