Pocas buenas noticias para el Celta en este arranque de temporada. Con una sola victoria en 9 jornadas, 6 puntos de los cuales tan solo 2 han sido en Balaídos y en puestos de descenso, las sensaciones se agravan con los registros goleadores de Iago Aspas: 0 goles, a los que hay que sumar ocasiones falladas, disparos erráticos y un penalti al palo en el empate ante el Getafe.
El último tanto oficial que celebró Aspas fue en el 1-3 ante el Espanyol en la jornada 26 de la temporada pasada, el 18 de marzo de este año. Es cierto que en las doce jornadas restantes el delantero de Moaña no estuvo al 100% por unos problemas de espalda. De hecho, fue suplente ante el Villarreal en la jornada 32 y fue sustituido ante el Valencia en la jornada 34 en el minuto 55. Tras no jugar en la jornada siguiente, en los tres últimos partidos de la temporada su participación fue escasa: 9 minutos ante el Girona, 28 ante el Cádiz y 12 ante el Barcelona.
Desde su regreso al Celta, en la temporada 15-16, Aspas había logrado al menos un gol antes de la jornada 9; el peor registro hasta ahora era el de la temporada 19-20, en la que se estrenó ante el Athletic de Bilbao en la jornada 8 anotando el tanto de la victoria (1-0). Aquella temporada terminó con 14 goles en total. También tardó en estrenarse en la temporada 17-18 hasta la jornada 8, pero lo hizo a lo grande: marcó tres tantos en la victoria ante Las Palmas por 2-5; el primero, por cierto, fue de Emre Mor. Esa temporada la terminó con 22 goles en su casillero.
Larsen arranca con buen pie
Acostumbrados a dejarse guiar por el olfato goleador del ’10’ celeste, la afición mira ahora a otro delantero para solventar los problemas de cara al gol, el noruego Larsen. La temporada pasada, su estreno en LaLiga, dejó muestras de su calidad pero su bagaje goleador fue escaso, con 4 tantos en 32 partidos, 20 de ellos titular aunque solo disputó 3 completos. Se estrenó en la jornada 17 y espació sus goles entre las jornadas 20, 32 y 35.
Este año, en cambio, se ha convertido en una de las pocas buenas noticias del equipo: ha afinado la puntería con 3 goles en estas 9 jornadas, a los que hay que sumar dos tantos anulados con cierta polémica y una capacidad para generar ocasiones a pesar de jugar desplazado a la banda derecha de manera habitual. Además, este año ha llegado el griego Tasos Douvikas que suma 2 tantos en 149 minutos; entre ambos han marcado el 50% de los goles del Celta en este arranque de temporada: 5 de los 10 que se distribuyen de manera individual entre Bamba, Swedberg y dos defensas, Unai y Mingueza, además de un tanto en propia puerta del defensor del Alavés Rafa Marín.
Otros "socios" de Aspas
Hay que remontarse hasta la temporada 17-18 para encontrar un delantero centro acompañante de Aspas que rindiese a buen nivel. Se trata de Maxi Gómez, que irrumpió en su primer año con 6 goles en sus primeros 9 partidos con la celeste, además de conseguir "mojar" en las tres primeras jornadas. Ese año terminó con 17 goles. Su segunda temporada, última como celtista, logró 4 goles en las 9 primeras jornadas y alcanzó los 13 goles al finalizar la competición en Liga.
El penúltimo nombre que hizo dupla con Aspas fue Santi Mina; 1 gol en las primeras 9 jornadas y una sequía que duró hasta la jornada 16 para terminar la temporada de su regreso a Vigo con 6 goles. El año siguiente, la 20-21, también tardó en arrancar: se estrenó en la jornada 9 y de nuevo estuvo sin volver a celebrar un gol hasta la 19, aunque terminó el curso con 12 tantos. Mejor fue el arranque de la 21-22, con dos goles anotados en las jornadas 4 y 5, pero se quedó en solo 7 tantos al final del año.
Por último, el gran acompañante del de Moaña fue Gabri Veiga. Su irrupción en el equipo desde el mediocampo le dio 11 tantos al Celta; en la jornada 9 llevaba 2, los anotados en la 5 y la 7.
La mala racha de Iago y el buen momento que vive Larsen parecen dos líneas paralelas que solo se encontrarán en el infinito; de momento, habrá que esperar a que el Príncipe de las Bateas se sacuda las meigas que le atenazan las piernas para, acompañado de un noruego y un griego, comenzar a sumar goles que saquen al Celta de Benítez de los puestos finales de la clasificación.