Pasadas las 20:30 horas de ayer, la historia de este principio de temporada del Celta se repetía. El árbitro Hernández Hernández, a instancias del colegiado encargado del VAR, Prieto Iglesias, acudía a la banda para ver en la pantalla el penalti que acababa de señalar en el tiempo añadido a favor del Celta por un agarrón de Jesús Navas a Douvikas.
Tras dos minutos, Hernández Hernández anulaba su anterior decisión y, por enésima vez esta temporada, el equipo de Rafa Benítez, salía perjudicado por la aplicación del vídeo arbitraje. El técnico madrileño no salía de su asombro, el público estallaba en una estruendosa pitada y Aspas era la imagen de la rabia y la impotencia tirando al suelo la pantalla del VAR y pedir al equipo que abandonase el campo como protesta.
"Habrá que contratar a un físico para que pueda medir los newtons de fuerza de un agarrón", ironizó Benítez en rueda de prensa antes de que nadie le preguntase. "Cada vez que sacamos la cabeza, nos la cortan", sentenciaba Aspas ante las cámaras. La indignación era patente, pero no solo entre el cuerpo técnico, jugadores y afición; una nueva decisión polémica en contra del club celeste hacía arder las redes sociales.
Como ocurrió en el gol anulado ante el Girona, la sorpresa y la indignación sobrepasó al celtismo y se instaló en periodistas, ex árbitros y aficionados de otros equipos, que reiteraban que lo del Celta este año era un "escándalo", como cantó Raphael por la megafonía del estadio al finalizar el encuentro. "Respeto" se solicitó ya la semana pasada por parte del club, lo reiteró la grada con una protesta en el minuto 12 y lo pidió también C. Tangana, celtista y autor del himno de un Centenario que está arrancando de la manera más complicada.
En este caso, el asunto iba más allá de una apreciación arbitral sobre si fue o no penalti, sino la intervención del VAR en una jugada "gris" en la que, en principio, no debería de entrar a rearbitrar. "Le están atracando", "surrealista", "incomprensible" son algunas de las reacciones en redes, incluso aquellos que piden al Celta no presentarse en el siguiente partido, retirarse de la Liga o protestar con una sentada en su visita a San Mamés del próximo viernes.