La Junta de Accionistas del Celta aprobó ayer un presupuesto de 101 millones de euros, el más alto de su historia. De esta cantidad, 80 millones se destinarán a personal deportivo. En la Junta estuvo representado un 77,6 por ciento del capital social y el presupuesto fue aprobado con el respaldo del 99,86 por ciento de los votos.
Pero el acto estuvo marcado porque Carlos Mouriño se despedía como presidente después de 17 años, al igual que el resto del Consejo, y dejaba el testigo a su hija, Marian Mouriño, que será ratificada como nueva presidenta del Celta, la primera en la historia, en la celebración del próximo Consejo de Administración.
"Este es un momento histórico para el club", aseguró la próxima mandataria, y que afrontará este nuevo proyecto con "responsabilidad e ilusión, construyendo como uno de mis ejes la conexión con la comunidad. Estoy concienciada". Por su parte, Carlos Mouriño se mostró emocionado: "Gracias a todo mi consejo, la mayoría de ellos me han acompañado a lo largo de estos 17 años y lo que hemos conseguido, lo hemos conseguido entre todos los empleados. Mi mérito, si tuve alguno, fue reunir ese grupo de gente". Además, se proyectó un vídeo de homenaje al ya ex presidente.
Marián Mouriño anunció, además, que el máximo mandatario celeste durante 17 años ocupará ahora el cargo de presidente honorífico, una figura que no se había dado en el Celta hasta ahora.
Fuera de lo institucional, hubo intervenciones críticas con la gestión durante el mandato de Mouriño, como el de la presidenta de la peña Terra Celeste, Reyes Álvarez.