Balaídos acogió con ilusión el debut de Claudio Giráldez como entrenador del Celta en casa, llenando las gradas y apretando desde el primer minuto. Pero hubo dos factores que desdibujaron la jornada: los palos, que impidieron los goles de Larsen y Carles Pérez, este en el último minuto, y las polémicas decisiones del colegiado Hernández Hernández, que anuló un gol a Jailson y no señaló un más que posible penalti a Iago Aspas.
El 0-0 final no sacó al Celta del decimoséptimo puesto de la clasificación, al borde del descenso, que cierra el Cádiz, que ganó el viernes al Granada y que le ha servido para recortarle dos puntos al equipo celeste y se sitúa a 3 puntos. Por encima, el Rayo mantiene la distancia de dos puntos y el Sevilla y el Mallorca, con una victoria y un empate, respectivamente, se quedan a tres del Celta.
A los de Giráldez les costó más entrar en el partido que en su debut en el Pizjuán, pero durante la segunda parte dominaron por completo al Rayo, que tiró de intensidad y salidas a la contra para tratar de sorprender a los celestes.
Dos palos, un gol anulado y un posible penalti
Larsen estuvo cerca de marcar en lo que hubiese sido un alivio tras una semana complicada por unas polémicas declaraciones a un medio noruego, pero entre el palo y el pie de Dimitrievski, el balón no llegó a entrar. Sí que lo hizo el remate de cabeza de Jailson, pero el canario Hernández Hernández vio falta previa al remate y anuló el tanto.
Tampoco vio el colegiado penalti sobre Aspas cuando iba a rematar tras un pase perfecto de Mingueza. A pesar de que en las imágenes parece que Espino golpea en el pie de Iago impidiendo el disparo, ni Hernández Hernández ni el VAR consideraron la jugada como punible.
En el caso del árbitro, llovía sobre mojado después de que anulase un penalti señalado sobre Douvikas en el partido de la primera vuelta contra el Sevilla en Balaídos. En aquella ocasión, la defensa a ultranza del Comité Técnico de Árbitros puso el foco en las ocasiones falladas por el Celta y el canario reconoció que no era una jugada de VAR, pero que se había hecho justicia.
En el último suspiro, un latigazo de Carles Pérez se estrelló contra el larguero, igual que lo hacían las esperanzas del Celta de sumar dos victorias consecutivas, algo que esta temporada no ha conseguido todavía.
El nuevo parón de la Liga por la disputa de la final de la Copa del Rey deja otras dos semanas, hasta el viernes 12 de abril, para preparar el partido contra el Betis y para que el estilo y los conceptos de Giráldez calen con más profundidad.