El 7 de julio del año pasado, a las 00:00 horas, se hizo público el himno del Centenario del Celta, Oliveira dos Cen Anos, compuesta por C. Tangana. Salía a la luz, acompañado de un videoclip, uno de los hitos más esperados para conmemorar los 100 años de historia del club.
Para conocer el origen de todo hay que remontarse al 18 de febrero de 2021, cuando C. Tangana contestaba a una encuesta realizada por RadioVigo en Twitter sobre quién quería la afición que fuese el compositor del himno del Centenario; las opciones eran Iván Ferreiro, Carlos Núñez, Tony Lomba y Eladio Santos y Siniestro Total, que habían ganado la votación.
"¿Puedo intentarlo?", respondía el artista madrileño a las 23:10 horas. Las reacciones no fueron para nada halagüeñas para Antón, celtista de cuna por influencia de su padre, gallego de nombre, pero nacido en la capital. A lo largo de los siguientes meses, mientras C. Tangana crecía como artista en fama y abrazaba todos los estilos, especialmente con el disco El Madrileño, las dudas seguían sobrevolando la hipotética entrega del himno al cantante.
Carlos Mouriño dejó entrever más de una vez que C. Tangana sería el elegido, como en mayo de 2022 en una entrevista al diario Marca, aunque la confirmación oficial llegaba el 15 de marzo de 2023. A partir de ahí, todo eran pistas que iba dejando el cantante sobre su estancia en Vigo, los artistas con los que se reunía y las influencias con las que quería jugar. Pero nadie esperaba lo que ocurrió ese 7 de julio de 2023.
Presentación en sociedad
Unos cuantos afortunados presenciaron el preestreno de Oliveira dos Cen Anos, himno del que se habían ido avanzando pequeños detalles a modo de teaser trailer que ya ponían los dientes largos y dejaban intuir por dónde irían los tiros.
Una vez que se compartió con Vigo, el impacto fue inmediato; en Oliveira dos Cen Anos se mezclaban las voces perfectamente empastadas de la Coral Casablanca, los cánticos de fondo de animación y la potencia de las pandereteiras y los aturuxos. Era un puzle impoluto que se alejaba del concepto tradicional de "himno" para convertirse en una obra musical que trascendería lo futbolístico.
Además, dejaba frases de esas que el celtismo se tatuará para el resto de su vida; amplificaba el "un escudo no meu peito" de Keltoi y resumía el sentir de todo aficionado del Celta: "Na ledicia son celeste / Celtista no padecer".
Al tema lo acompañaba una producción audiovisual que refrendaba cada ritmo y sonido, que se trasladaba a la imagen oscura e íntima, con símbolos tan de la tierra como el puente de Rande, las bateas o la ría de Vigo.
Regresaron las dudas: ¿se podía cantar esa compleja composición en un estadio de fútbol? ¿Sonaría con la misma fuerza a través de las gargantas de los aficionados? La respuesta fue una demostración empírica que desvió de un plumazo cualquier atisbo de duda. A partir del primer partido de Liga, frente al Real Madrid, Oliveira dos Cen Anos estalló en Balaídos cada previa de partido, acompañada por un juego de luces, y sonó a capela incluso durante el juego; además, compartió espacio con el himno clásico, que se guardaba para despedir al equipo al finalizar cada encuentro.
No sólo en Vigo
Pero el fenómeno traspasó fronteras, y lo hizo desde el primer momento. La composición de C. Tangana se coló en los medios nacionales e internacionales, apareció en listas de reproducción de medio mundo y fue destacado por los grandes expertos en música. Oliveira dos Cen Anos abandonaba el cuerpo del hincha y se elevaba a los altares de los grandes temas, al tiempo que sonaba en bodas y discotecas e, incluso, en una clase de spinning de Estados Unidos.
En los colegios de Vigo, también sonó el himno del Centenario, haciendo cantera de aficionados desde la base, como aire nuevo, de renovación, como ya se experimentó tras la última travesía por Segunda División y que hizo bandera de la afouteza el último año de Berizzo.
Al reconocimiento social también le ha acompañado el de los premios, con un carácter más oficial, de ese que queda inscrito en la historia, más allá del ideario popular. Un Mestre Mateo a mejor videoclip, también galardonado en los Premios de la Academia de la Música; además, ha cosechado tres premios en la edición 2024 de The Cannes Lions Awards, un certamen celebrado en Cannes que destaca la creatividad publicitaria: Entertainment Lions for Sport, Entertainment Lions for Music y Film Craft Lions.
Un éxito rotundo al que no acompañó el ámbito deportivo, en el que la llegada de Claudio Giráldez devolvió el foco a las raíces, las mismas que se reforzaron con Oliveira dos Cen Anos, el himno del Centenario que quedará para el resto de nuestras vidas.