Si el lunes pasado, la derrota ante el Villarreal dejó buenas sensaciones y el rastro de un equipo que parecía que podía con todo, menos de una semana después, la imagen del Celta ante Osasuna ha sido muy diferente.
Osasuna se adelantaba a los 20 minutos, tras una ocasión clara de Borja Iglesias. En un córner, el balón se atascaba en el área pequeña del Celta y terminaba siendo rematado por Boyomo, que debutaba con los rojillos.
Apareció Mingueza para celebrar su convocatoria con la Selección Española y dejar, ocho minutos después, una jugada con caño incluido que refrendaba el gran momento de forma en el que está. Esta vez, el "Panda" sólo tuvo que poner el pie para empujar el balón dentro del área y hacer su segundo gol en su segunda titularidad.
A partir del empate, el partido entró en una somnolencia progresiva que sólo fue capaz de romper Bryan Zaragoza. Un centro lateral con veneno que fue empujado por Carlos Domínguez en su propia portería volvió a adelantar a Osasuna al filo del descanso.
Giráldez trató de agitar al equipo con un carrusel de cambios para arrancar la segunda mitad. Alfon, que entró por un inerte Williot, tuvo las ocasiones más claras, pero de nuevo Osasuna aprovechó una pérdida de balón del Celta para, en un rápido contrataque, marcar el tercero por medio de Abel Bretones.
Al Celta se le agotaba el tiempo y Alfon era expulsado tras propinar una patada en la cara, de manera involuntaria a un rival. A pesar del regalo de Moi Gómez, que al tratar de devolver el balón a Herrera terminó marcando en propia puerta, el Celta, con diez, no obró el milagro y se fue de Pamplona sumando su segunda derrota consecutiva antes del parón de selecciones, que lo sitúa en mitad de la tabla.