El futbolista gallego Hugo Mallo -excéltico y actual defensa en el Aris de Salónica FC del Superliga de Grecia- acaba de ser condenado por un delito de abuso sexual.
El caso trascendió comienzos de este 2024, aunque se remonta al 24 de abril de 2019, jornada en la que el Celta de Vigo se enfrentó al Espanyol en el Cornellà-El Prat.
Antes del encuentro y en el tradicional saludo entre jugadores rivales, el futbolista cometió el supuesto abuso sexual, concretamente, a la Periquita -mascota del club catalán junto al Periquito-. La denuncia, presentada al día siguiente por la presunta víctima, recoge que Mallo introdujo las manos bajo su disfraz y le hizo tocamientos en los pechos.
Ahora, para el magistrado titular del Juzgado de lo Penal número 19 de Barcelona "queda probado" que "el acusado, con la intención de satisfacer su ánimo libidinoso y de menoscabar la indemnidad sexual de la misma, le metió las manos por debajo del disfraz y le tocó los pechos, viéndose obligada ‘Ana’ a retroceder y apartar al acusado con la mano derecha". Así se recoge en la sentencia a la que ha tenido acceso El Español.
"Grave contradicción" en Mallo
Por otro lado, el magistrado aprecia una "grave contradicción" en el acusado durante el relato de los hechos pues, aunque Mallo siempre ha dicho que sólo dio la mano como saludo a las mascotas, en uno de los vídeos, aunque con menor calidad que los oficiales pero suficiente, se puede ver "como una mano, la derecha del jugador, aborda la zona de la cintura alta de la mascota femenina". Así lo recoge también Europa Press.
La sentencia prosigue diciendo que Mallo "no ha descartado que sea su mano" y es en este extremo, donde surge para el juez la grave contradicción del acusado: de negar cualquier tipo de tocamiento y limitarse a saludar con la mano a los precedentes, al llegar a la mascota femenina hace algo más, existe un contacto con el cuerpo, expresa textualmente.
Con todo, el acusado nunca ofreció una tesis distinta, como que quiso abrazar a la mascota femenina, "como por ejemplo, por cortesía, lo cual nos podría en un escenario distinto al presente", pues en ese caso se podría entender que, de forma involuntaria, le hubiese rozado la zona del pecho.
Por lo anterior, Mallo ha sido condenado a 20 meses de multa con una cuota diaria de 10 euros y al pago de las costas procesales, tal y como indica Europa Press. Además, tendrá que indemnizar a la víctima con 1.000 euros, más intereses, por los daños morales causados.
Contra esta sentencia, que todavía no es firme, cabe un recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de Barcelona en el plazo de 10 días.