Una enfermedad congénita hizo que la vida de Martín cambiase para siempre a sus siete años, cuando le amputaron el pie izquierdo. El apoyo de su familia y las ganas de continuar haciendo deporte le empujaron a convertirse en profesional del tenis en silla.
Martín ganó su primer título español cuando solo tenía 15 años y cierra este 2020 como número 13 del mundo. La pandemia truncó su sueño olímpico, pero no pierde la ilusión y confía en que el año que acaba de empezar le depare grandes victorias.
¿Por qué tenis en silla?
El joven vigués confiesa a Treintayseis que fue su hermano pequeño el que le metió el gusanillo del tenis siendo pequeños. "Toda mi familia hace mucho deporte, pero fue mi hermano Antón el que me descubrió el tenis", dice Martín.
"Cuando la enfermedad avanzó fui perdiendo movilidad, y al perder el pie izquierdo se me ocurrió que el tenis en silla podría ser una buena opción". Así habla Martín de su empeño en seguir practicando deporte a pesar de su Síndrome de Proteus, que hizo que su pie creciese de forma descontrolada y que poco a poco fuese perdiendo habilidades para caminar.
Pero resulta que la genética de los De la Puente los convierte en auténticos campeones del tenis. El mediano de los hermanos está becado por la Universidad Estatal de Sacramento, en California, y fue la habilidad de Antón lo que empujó a Martín a probar una raqueta.
El joven reconoce que "no era consciente de lo que suponía la amputación porque era muy pequeño y tardé en adaptarme un montón. Entonces el entrenador de mi hermano me presentó a un chico que jugaba al tenis en silla, probé y me gustó". Probó la natación, el waterpolo, el baloncesto en silla… pero fue el tenis lo que acabó por conquistar a Martín.
Desde Vigo hasta Río de Janeiro
Martín se describe como "un chico muy competitivo, incluso a los juegos de mesa en familia me encanta ganar". Por eso para él es natural competir en su primer circuito nacional a los 12 años. Su madre, Marta Riobó, es la que lo acompaña a todas las competiciones, "si no fuera por el apoyo de mi familia no habría podido viajar tanto para jugar. Mis padres nunca tuvieron problema para confiar en mí y ellos me empujaron para conseguir ese sueño de ser campeón".
En 2013, a los 14 años, acude con el equipo español a su primer torneo internacional. "Gané un internacional por primera vez en el Sub-18 por equipos. El año siguiente me convertí, ya a nivel individual, en el tenista en silla más joven en alzarse con el título español". Tenía solo 15 años, pero el mayor de los De la Puente solo estaba inaugurando su palmarés.
Fueron también sus padres los que lo animaron a esforzarse para clasificarse para los Juegos Paralímpicos de Río 2016. El entonces jovencísimo Martín desconfiaba de sí mismo "pero mis padres me dijeron una frase que me ayudó muchísimo: ‘si lo conseguimos bien, y si no habrá otros juegos‘. Ahí fue cuando decidí intentarlo, sin presión".
A principios del 2016 gana dos torneos en Israel que lo clasifican matemáticamente para disputar los juegos de Río, en los que logró un diploma. "Fueron las semanas más bonitas de mi vida: haber disfrutado de la ceremonia de apertura, haber jugado dos partidos en la pista central y haber ganado contra un jugador brasileño en esa misma pista central son recuerdos que siempre voy a tener".
Una pandemia que lo frena todo
"Los deportistas tenemos mucha suerte porque hemos podido seguir entrenando aunque no compitamos, pero es cierto que los campeonatos animan muchísimo más para esforzarse". Martín reconoce que este 2020 ha sido un año complicado, "de 25 semanas que suelo competir al año me he quedado en 4", pero afronta el año que empieza con ilusión y la esperanza de que se puedan disputar algunos torneos.
Desde el 2018 vive en el Centro de Alto Rendimiento de San Cugat del Vallés, en Barcelona, y todo lo que hace tiene el objetivo de convertirlo en un campeón de tenis en silla. "Compatibilizo los entrenamientos con los estudios, pero vivo por y para el tenis", reconoce el joven vigués, que estudia Administración y Dirección de Empresas.
El pasado año empezaba muy bien, entre los 15 primeros de la clasificación mundial, por lo que estaba ya dentro de los Juegos de Tokio. "Es una faena que cancelen unos Juegos, pero los deportistas somos conscientes de que la salud de la gente es mucho más importante que cualquier competición".
Ahora está descansando en su Vigo natal con su familia, antes de empezar la cuenta atrás para Tokio 2021. "Creo que este año va a ser movido, las competiciones se irán retomando poco a poco y confiamos en que todo vuelva a la normalidad cuanto antes".