El baloncesto vigués ha vuelto a colocar a una de sus hijas pródigas en lo más alto del panorama continental. Marta Canella Rodríguez (Vigo, 1995) se proclamaba campeona de Europa de 3×3 el fin de semana pasado en París. Lo hacía tras superar a Francia y Alemania a los pies de la Torre Eiffel logrando además un recuerdo épico e imborrable.
Atrás dejaba el "palo" que supuso la eliminación en el pre-olímpico en mayo ante Japón. Y es que la derrota en la prórroga ante las anfitrionas frenaba uno de los sueños: "Fui campeona de Europa Sub-20 hace seis años, pero lo de ser deportista olímpico es otro nivel" relata la jugadora del FC Barcelona.
Una semana después, asegura que se encuentra aún "aterrizando" aunque su estado es de felicidad máxima. "Este es el tipo de cosas por las que hacemos deporte", sentencia demostrando que la alta competición no está reñida con el entretenimiento ni el trabajo.
La escolta, capitana del Celta Baloncesto durante su etapa formativa, anotó 14 puntos en los cinco partidos jugados a lo largo del torneo, perdiendo únicamente ante Lituania por dos puntos en primera fase.
Un formato mucho más atractivo para jugador
Su llegada al 3×3 se produjo hace tres años y los logros no se reducen solo a las vitrinas: "nunca antes me había visto tanta gente", ya que ahora también es seguida por conocidos más allá de su círculo inmediato.
El formato, menos exigente a nivel deportivo y más atractivo, también lo es para el público. Al estar relacionado con los conocidos como "deportes urbanos" se genera un ambiente distinto alrededor de los encuentros. Foodtrucks, música y juegos acompañan a estos partidos de 10 minutos de duración.
El elevado ritmo hace que la gente se anime a seguir los campeonatos de forma más intensa. Los Jardines de Trocadero registraron un lleno total por el público francés, incluso cuando no jugaban las anfitrionas, a las que recibían con banderas y ánimos.
Es por ello que la victoria ante la selección gala, su bestia negra particular, adquiere un tinte aún más épico. Toda una reconquista con la valenciana Sandra Ygueravide en modo estelar anotando 11 puntos en las semifinales. "Nos plantamos allí con todo el respeto e incluso miedo, pero tiramos de corazón y equipo". Y es que de afouteza, tampoco se quedaron cortas.
Vigo, con el potencial necesario para ser capital del 3×3
Canella es solo un fruto más de la enorme escuela y pasión que hay por el baloncesto en la ciudad. Nombres como los hermanos Abalde, María Araújo y Raquel Carrera saben lo que es dar el salto de las canteras de la ciudad al baloncesto profesional, algo que Marta cree que podría ocurrir pronto en el 3×3.
La apuesta del Marisquiño por incluir este formato en su programa desde 2018 merece su aplauso y reconocimiento. Y aunque la jugadora afincada en Cataluña no pudo participar este año -tenía previsto vacunarse ese fin de semana- sí que lo aplaude y espera que administraciones y clubes den más pasos en esta dirección: "en Madrid han comenzado una liguilla para que empiecen desde pequeños"
Precisamente otro gallego, el guardés Esteban González, es el responsable de la FIBA de contenido digital sobre esta novedosa disciplina. Este reconocido celtista estuvo presente en Tokio y en París, demostrando las posibilidades del formato.
Con un pie en el mundo laboral pero sin renunciar al sueño olímpico
La escolta atiende a Treintayseis en los minutos libres entre el fin de su jornada laboral y el entrenamiento. Llegó a Barcelona en 2019 para realizar un máster, consciente de que sus opciones de trabajo crecían de forma notable en una gran ciudad.
Reconoce su condición de semiprofesional en las dos modalidades de baloncesto y aunque le gustaría dedicarse al 3×3 aún no hay la estructura suficiente. Por ello, siempre ha compaginado el deporte con los estudios y el trabajo, reconociendo que le da vértigo pensar en qué hacer cuando su carrera se acabe: "Esto puede terminar el año que viene o con 35 años, y ahí hay que empezar de cero" apunta.
Hablar de París 2024 le queda aún lejos pese a que esta Olimpiada durará solamente tres años. Su objetivo pasa por sumar el mayor número de puntos FIBA posibles y confía en poder regresar a las convocatorias.
Todas estas buenas noticias coinciden además con la recta final de la pandemia, con el deporte y la sociedad acariciando ya la nueva normalidad total. Canella reconoce que se ha notado mucho la vuelta del público, aunque ella "ya se había acostumbrado a jugar en silencio". Y es que igual que los logros deportivos o el disfrute personal, el calor de la grada también es uno de esos motivos que te llevan a seguir entrenando.