Magnus Cort celebra la victoria en la llegada a Vigo de la primera etapa de O Gran Camiño.

Magnus Cort celebra la victoria en la llegada a Vigo de la primera etapa de O Gran Camiño. Treintayseis

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O Gran Camiño en Vigo: cortes de tráfico, confusión y una llegada a meta espectacular

El danés Magnus Cort logró la victoria en la primera etapa de la vuelta ciclista a Galicia que reclamó la atención de los vigueses en las primeras horas de la tarde. Alejandro Valverde, tercero

24 febrero, 2022 16:59

Faltaban cinco minutos para que el reloj marcase las dos de la tarde y en García Barbón circulaban los últimos coches antes de que se cerrase el tráfico desde la Avenida de Galicia hasta el centro de Vigo. Policarpo Sanz, por su parte, había prohibido la circulación desde las nueve de la mañana.

La primera etapa de O Gran Camiño, la vuelta ciclista a Galicia proyectada por Álvaro Pino que se dirimirá en cuatro jornadas a lo largo de las cuatro provincias, tenía marcada su llegada en Vigo; cuatro kilómetros de ciclismo por la urbe que desembocaban a la altura del edificio de la Fundación Abanca de una etapa que había comenzado en O Porriño y que recorrió el sur de la provincia hasta A Guarda, con escalada en los montes de Chandebrito y que besaba Redondela antes de enfilar la entrada en la ciudad olívica.

Policarpo Sanz, cortada al tráfico desde primera hora de la mañana.

Policarpo Sanz, cortada al tráfico desde primera hora de la mañana.

Dispositivo policial en la calle Colón.

Dispositivo policial en la calle Colón.

Una pantalla delante del Teatro Afundación retransmitió la etapa en directo.

Una pantalla delante del Teatro Afundación retransmitió la etapa en directo.

El amplio dispositivo policial contrastaba con el goteo de los pocos vigueses que se acodaban en las vallas de seguridad; todavía faltaba más de una hora para la llegada de los ciclistas y la ciudad parecía no latir todavía al ritmo de las dos ruedas. En la meta, una pantalla gigante seguía la etapa, con la narración en directo que disparaban los altavoces colocados a lo largo de Policarpo Sanz.

Un par de horas antes, los cortes de tráfico en dos de las principales arterias del centro de Vigo provocaban un sonoro atasco en la Plaza de Compostela, donde los autobuses de los equipos participantes trataban de llegar al principio de Rosalía de Castro, improvisado aparcamiento para los vehículos que transportaban a los ciclistas.

La etapa transcurría con ocho escapados que, poco a poco, eran interceptados por el pelotón. El final de la etapa anunciaba, a menos de 20 kilómetros para la meta, un sprint final que prometía ser espectacular.

Tráfico cortado y peatones confusos

Mientras, a media hora del desenlace en meta, en las zonas habilitadas para el público se mezclaban aficionados, curiosos y los que trataban de atravesar la calle, con el acceso cortado. En el cruce de los cuatro bancos de Colón, una mujer que aseguraba que vivía en la zona de la Plaza de Portugal trataba de convencer a un agente para poder atravesar la calle, pero éste no cedía y le indicaba la vuelta pertinente: había que llegar casi a la altura de Puerta del Sol.

Un joven trajeado, recién salido de la oficina, intentaba también atravesar las vallas. "Pues ya que estoy, me quedo a ver la llegada", decía en alto, resignado. A pocos metros, a la altura de Reconquista, los más hábiles aprovechaban los huecos para cruzar la calle y evitar el rodeo. Otros, por su parte, venían equipados con bocadillos y bebidas para conseguir pronto un sitio privilegiado donde ver la llegada a meta. A pocos metros de esta zona, una gran carpa levantada por el Santander, uno de los patrocinadores del evento, se convertía en centro de reunión, con vistas privilegiadas al podio donde se entregarían las medallas.

Los cien corredores del pelotón estaban entrando en Vigo para recorrer el último tramo de la etapa. Ambos lados de la carretera, poco a poco, se iban llenando de espectadores para el sprint final. Entre ellos, niños disfrazados, ciclistas aficionados que vestían su propio maillot y familiares de los corredores, con la equipación oficial.

Pasadas las 15:10, cientos de personas ya se agolpaban a lo largo de la recta final, al tiempo que la megafonía narraba los últimos metros de carrera. La entrada en meta, al sprint, dejaba al danés Magnus Cort, del EF Pro Cycling, como vencedor de la primera etapa de O Gran Camiño. Alejandro Valverde, del Movistar, una de las grandes estrellas de la cita, entró en tercer lugar. En el podio, Carmela Silva, presidenta de la Diputación de Pontevedra, le hacía entrega del trofeo de ganador a Cort, que se enfundó el maillot amarillo de líder de la carrera.

O Gran Camiño continúa su recorrido por Galicia. Mañana, viernes, es el turno para la provincia de A Coruña en la segunda etapa entre Bertamiráns y Ézaro. El sábado, se desplaza hasta la provincia de Ourense, en la etapa entre Maceda y Luintra y se despedirá con una contrarreloj en la localidad lucense de Sarria.

Magnus Cort con el maillot amarillo de líder de O Gran Camiño. Foto: Xunta de Galicia

Magnus Cort con el maillot amarillo de líder de O Gran Camiño. Foto: Xunta de Galicia