En el sur de Galicia, las Rías Baixas conforman uno de los destinos más completos para los amantes de los deportes extremos y el turismo al aire libre. Actividades de aventura como el barranquismo o la escalada suman cada vez más adeptos a sus filas; la mayoría de las veces, deportistas atraídos por la diversión, la adrenalina o incluso la realización personal que conlleva la práctica de estos deportes. En ese sentido, cabe destacar que las Rías Baixas también cuenta con una geografía perfecta para llevar a cabo las dos mencionadas actividades, para las cuales también existe una gran variedad de oferta de empresas de turismo activo que realizan todo tipo de rutas guiadas que van desde la iniciación a los niveles más avanzados. Es por ello que en esta breve guía os presentamos algunos de los rincones más bonitos y mejor valorados a la hora de disfrutar del barranquismo y la escalada en las Rías Baixas.
Barranco del río Verdugo (Ponte Caldelas)
Una de las mecas del barranquismo en las Rías Baixas se encuentra en la localidad de Ponte Caldelas, concretamente en el cañón del río Verdugo, considerado uno de los barrancos más completos de Galicia. Esta zona de barrancos tiene unos tres kilómetros de recorrido que avanzan a través de rocas de granito pulidas que forman hasta tres fervenzas, varios rápidos y unas cuantas pozas de agua cristalina. El salto más alto tiene unos 15 metros de altura y también podemos encontrar varias zonas de rapel que se sitúan entre los 5 y 10 metros, así como algún que otro tobogán. Empresas como Desafío Ocio o Aventuras en Galicia ofrecen diferentes actividades según el nivel en este escenario del río Verdugo.
Barranco de Rego da Cal (O Rosal)
En el sur de la provincia de Pontevedra, el barranco de Rego da Cal (O Rosal) se presenta como una de las mejores opciones para disfrutar del barranquismo en un entorno natural inmejorable. La ruta en cuestión, la cual discurre por el afluente del río Taxume, se inicia muy cerca de los famosos molinos de Folón e do Picón. Esta zona de barrancos está catalogada como nivel medio, ya que a lo largo de dos kilómetros podremos encontrar algún que otro rapel sencillo, varios saltos de aguas y toboganes naturales. En un plano más ténico podemos decir que el barranco da Cal cuenta en todo su recorrido con tres saltos no requeridos, 1 destrepe, 2 rapeles obligatorios así como un tercero no obligado. En la zona actúan diferentes empresas de turismo activo, destacando las actividades organizadas por Aventuras en Galicia o Aventura Noroeste.
Cañón de Luneda (A Cañiza)
El municipio de A Cañiza también puede presumir de tener su propia zona de barranquismo en el entorno del cañón de Luneda. El itinerario para la práctica de la actividad avanza a través de uno de los afluentes del río Deva (la regueira do Aceval) y permite descubrir a su paso varias cascadas en un entorno de una belleza natural extraordinaria. De hecho, esta zona de descenso ideal para deportistas iniciados cuenta con varios rápeles, saltos de agua, rápidos y hasta un tobogán natural. En el caso del Cañón de Luneda, la empresa Arrepions es la que ofrece una de las mejores alternativas para su descenso, con diferentes horarios para la actividad y un precio medio por persona que ronda los 40 euros.
Río Almofrei y Cadavosa (Cerdedo-Cotobade)
Otros de los puntos más visitados en la provincia de Pontevedra dentro del ámbito del barranquismo nos traslada hasta la localidad de Cerdedo-Cotobade. Allí, tanto el río Almofrei como el río Cadavosa cuenta con rutas de barranquismo bastante sencillas para iniciados en la práctica de este deporte de aventura. De hecho, se trata de unos barrancos de nivel I ideales para familias y escolares, pues apenas tiene dificultad técnica ni requiere una gran condición física. A lo largo del recorrido podremos encontrar varios toboganes naturales por los que deslizarse, rápeles mediante cuerda de escalada, zonas de destrepadas por rocas y algunos tramos también para nadar y caminar. En esta zona del interior de Pontevedra operan empresas de turismo activo como Turac Aventura o Aventuras en Galicia.
Costa da Vela (Península do Morrazo)
En el caso de la escalada, uno de los rincones favoritos de estos deportistas en las Rías Baixas se encuentra en el entorno de A Costa da Vela en Donón (Cangas). Este enclave enmarcado en la península do Morrazo tiene una de las vistas más bonitas del sur de Galicia, con unos abruptos acantilados en cuyo horizonte se dibujan las islas Cíes y el océano Atlántico. Además, las paredes da Costa da Vela son perfectas para iniciarse en este deporte gracias a sus accesos y su ubicación. De hecho, escalar la pared sur resulta muy asequible para todo tipo de públicos, pues se trata de vías de dificultad baja para tener un primer contacto con la escalada en roca. Empresas como Guías Malouco ofrecen actividades para grupos en horarios de mañana y tarde, con una duración de unas tres horas y unos precios que oscilan entre los 28 y 90 euros en función del número de personas.
Punta Faxilda (Sanxenxo)
El municipio de Sanxenxo viene de sumar un nuevo espacio para la escalada deportiva en uno de sus rincones naturales más bonitos y extraordinarios: Punta Faxilda. Este enclave mágico en el entorno de Noalla busca convertirse en un todo referente en Galicia, con una zona de escalada que conforma la única en acantilado de todo el noroeste peninsular. El espacio fue puesto a punto recientemente, pero lo cierto es que esta zona ya había sido descubierta en el año 1998 por el equipador vigués Anxo Rial. El paso del tiempo y la acción corrosiva del mar provocaron el desgaste de los agarres, que ahora han sido sustituidos por nuevas vías de dificultad media y anclajes de titanio resistentes, verificados y homologados por la Federación Galega de Montañismo. De hecho, en su origen ya existían unos trece itinerarios en las paredes de Punta Faxilda, si bien tras la recuperación de la pared se ha agregado otras cuatro nuevas rutas, así como también la mejora de la señalización de la senda e indicadores informativos.
Serra do Galiñeiro (Gondomar)
Enmarcado entre las localidades de Vincios y Gondomar, el monte Galiñeiro conforma uno de los mejores miradores atlánticos de las Rías Baixas así como también uno de los rincones más valorados en el ámbito de la escalada deportiva. Lo cierto es que en este sistema montañoso que domina toda la panorámica de Vigo existen más de 170 vías abiertas, hasta 20 sectores diferentes y grados de dificultad que van desde el V hasta el 8 (predominando el 6). El monte Galiñeiro está formado por bloques de poca altura con vías explosivas donde la dificultad se concentra en unos pocos metros y con unas alturas que oscilan entre los 10 y 40 metros. Debido a la composición de su roca (gneis), las paredes de la cumbre ofrecen una gran variedad de estilos. Empresas como Aventuras en Galicia ofrecen interesantes cursos de iniciación a la escalada en la Serra do Galiñeiro, lo que permite a la gente adentrarse en el mundo de la escalada de forma segura.