Tras perder un partido en Vigo frente al Octavio Pilotes Posada, el entrenador del Barcelona Valero Rivera, uno de los más laureados de la historia del balonmano, entró en el vestuario local para felicitar por la victoria a Fran Teixeira. Allí, se encontró con las paredes empapeladas con más de 200 jugadas de su equipo, un desglose de cada jugador, de cómo actuaban en conjunto dentro de la cancha.
Rivera, sorprendido con el hallazgo, mandó al fotógrafo del club que inmortalizase aquello. Al encontrarse con el técnico vigués, le espetó: "Fran, estás como una cabra… de mayor, quiero ser como tú".
Esta es una de las múltiples anécdotas que recoge Fran Teixeira. El legado de una leyenda, la biografía sobre uno de los grandes referentes del balonmano gallego, un "adelantado a su tiempo" que, como comprobó el propio entrenador del Barcelona, realizaba un scouting del rival impropio de aquellos tiempos.
Fallecido en 2021
Este legado de Teixeira se comprime en 160 páginas en las que habla su propia voz, completada por la de su hijo, Adrián Teixeira, y acompasada por el periodista Rafa Valero. Lo de ponerse a escribir sus memorias fue en 2017, impulsado por su familia como una manera de ocupar las sesiones de quimioterapia que recibía tras serle detectado un cáncer de colon, el mismo que no le dejaría continuar primero con los textos ahora convertidos en un libro ni después con su vida. Fran Teixeira dijo adiós el 31 de agosto de 2021, tras una larga lucha contra la enfermedad que no le impidió apurar sus días en la banda de los pabellones.
"El día después de fallecer, al salir del tanatorio, nos fuimos a tomar algo mi madre, mi hermana, mi cuñado, mi novia y yo", explica Adrián. "El sitio, casualmente, se llamaba La Leyenda; entre el nombre y la música que sonaba, fue como sentir que estaba allí. Empezamos a hablar de los proyectos que queríamos hacer, y uno de ellos era el de terminar el libro". Recopiló los escritos y comenzó a leer y a completar él mismo, con la ayuda de su novia, las vivencias de su padre. "Nos costaba seguir muchas veces, pero también nos reímos mucho".
La historia de Teixeira en esta obra empieza a los 10 años y cubre toda su excelsa carrera. Con 15 años dirigió su primer partido en un equipo infantil y se estrenó en categoría senior en el banquillo del Ceutí con solo 19 años mientras hacía la mili. Pero fue en la provincia de Pontevedra y en Portugal donde se fraguó su leyenda. En Lisboa, dirigiendo al Sporting, logró dos campeonatos nacionales, en las temporadas 2004/2005 y 2005/2006, y dos copas en la 2003/2004 y 2004/2005. Esos fueron sus mayores éxitos deportivos, pero su huella en la memoria persiste en equipos como el Santa Cristina, el Lavadores, el Teucro, el Octavio y, en especial, en el Chapela. Allí entrenó en dos etapas diferentes, la segunda con su hijo como ayudante, y fue el último banquillo que ocupó.
Una obra y varios retos
Tras una entrevista con el periodista Rafa Valero y ante el impactante trabajo que tenía por delante, éste le animó a seguir; no solo eso, sino que se unió al proyecto. "Yo fui como un guardia de tráfico, había una idea y había que organizarla", concreta Valero, amigo del técnico. "Me he reencontrado con Fran a través de estas memorias. Además, ha tenido un efecto terapéutico", reconoce, ya que durante aquella labor falleció su padre. "Pasé el duelo escribiendo sobre un amigo", algo que le ayudó a sobrellevarlo.
Había varios retos por delante. Para el periodista, "que sonase a Fran; ordenar todo aquel material y que no se perdiese su voz, que sonase todo el tiempo a él"; además, juntar a muchos para que aportasen su granito de arena. Como recordaba durante la presentación el también periodista Eduardo Rolland, al que Valero llamó para pedirle su consejo y al que reconoce como "pieza fundamental" y "acompañante del camino" en su labor como editor, se encontró un "reto formidable".
En su primera reunión con Adrián, éste le llevó varias carpetas y archivos de recortes de periódicos y fotografías, familiares y profesionales, que atesoraba la familia de la larga trayectoria de Teixeira. "Nadie dijo que no", reconocen los tres, a la hora de participar y de ceder noticias e imágenes. Ni los medios ni los fotógrafos. Ni los 10 periodistas que aportan sus vivencias con el vigués ni las 27 figuras del balonmano mundial, jugadores y técnicos, a los que entrenó o a los que se enfrentó. Nadie pudo decir que no a sumarse a aquel reto, algo que para Valero supone un reconocimiento al "cariño" que sentían por el histórico entrenador.
Para encauzar la obra, le propusieron a Adrián que a la siguiente reunión pensase en qué tipo de libro quería; apareció con uno dedicado a Kobe Bryant, de una multinacional y avalado por la NBA. "No se puede ser más ambicioso", pensó Rolland, que reconoce el trabajo formidable de Adrián y Rafa para que se el resultado final se acerque a aquella idea que parecía inalcanzable.
El libro se sumerge en el balonmano desde dentro, como lo hacen los grandes títulos de la literatura deportiva, pero deja mucho espacio a las anécdotas, aquellas que el propio Fran contaba "muy bien", al igual que hacía gala de su gran memoria recordando matrículas de los coches que lo llevaban a entrenar 40 años antes. Casi todas, menos unas, conocidas por su hijo, que reconoce que Fran no era solo su padre, era "un ídolo deportivo" y su "mejor amigo".
Vehemente en el banquillo, se hacía querer fuera de él. Son las palabras que resuenan en la presentación de la obra, un acto en una de las salas de la cafetería de El Corte Inglés, repleta hasta los topes, y en la que la figura de Teixeira sobrevuela constantemente, revoloteando entre conocidos, amigos, allegados y muchos de los que compartieron tiempo con él, además de su familia. La misma que guardaba secretos en forma de historias que les contaba y que ahora son para todos los que se acerquen a su figura a través de una biografía que emociona, pero que también hace reír.
Fin solidario
El legado de Teixeira también se hace eterno con el propósito del libro: que los fondos fuesen destinados a la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). Así será, ya que ni los autores ni la familia ni los colaboradores recibirán nada por las ventas, que irán íntegramente destinadas a la AECC; incluido el propio Corte Inglés, única tienda donde se podrá adquirir, y que tampoco ganará dinero.
"Muchas manos remando" en pro de aquel reto mayúsculo en el que se embarcó Adrián, como representante de la familia, y para el que se fueron abriendo de par el par todas las puertas a las que les llegaba el nombre de Fran Teixeira para hacer de su legado algo eterno.