Sandra Vázquez, natural de Mos, es una mujer con una pasión infinita por el motociclismo. A sus 31 años, Sandra iba a ser la primera mujer en España en competir en un Dirt Track, una modalidad de carreras de motos que se realizan sobre pistas no pavimentadas, generalmente de tierra o grava. Sin embargo, debido a problemas técnicos con la moto, no ha podido ser así "me he quedado con la miel en los labios", lamenta la piloto.

Sandra iba a competir el pasado sábado 6 de septiembre en el XVII Dirt Track Xacob Agra de O Porriño, convirtiéndose en la primera mujer en España en correr esta prueba. Pero, llegado el momento de la verdad, unos problemas mecánicos de la moto dejaron a la mosense sin competir. "Me he quedado con un sabor amargo, la verdad", confiesa Sandra.

Sin embargo, pese a la decepción de no haber podido saltar a la pista, la piloto es optimista y ya espera "con ganas, la próxima" oportunidad de hacer su debut. "Sin duda lo intentaré el año que viene", afirma. Si es que es posible, ya que durante la celebración del evento anunciaron la posibilidad de que se modifiquen las instalaciones, lo cual no daría pie a que se volviera a celebrar la cita. "Nos gustaría que respeten el óvalo para poder organizar la cita, porque es un gran evento que no puede perderse", reivindica Sandra. 

"Una pasión oculta"

Sandra debutando en el campeonato España de Enduro en Lalin con tan solo 2 meses de moto / Sandra en fin de año , uno de sus ingresos quimioterápicos, le tocó tomar las uvas en el hospital y videollamada null

Sandra descubrió su pasión por el motociclismo de casualidad. Explica que, un día hace tres años, estaba viendo a unos chicos entrenar y volvió a casa diciendo "yo tengo que hacer eso". "Así empezó mi pasión oculta", comenta, "hasta le pedí a un amigo que me enseñara a meter marchas, porque ni eso sabía", bromea la mosense.

Tan solo dos meses después de comenzar a entrenar, Sandra debutó en el campeonato nacional de enduro. "Empecé a despegar", recuerda la piloto. Sin embargo, dos meses más tarde, cuando empezaba a disfrutar de esta modalidad, le diagnosticaron un linfoma de Hodgkin que le tuvo apartada de las competiciones durante dos años. 

"Me dieron el caramelo y de pronto me lo quitaron", explica Sandra en forma de metáfora. La piloto recuerda sentirse como si estuviera viviendo un sueño, ya que acababa de descubrir una pasión que no sabía que tenía pero la enfermedad la apartó de ella. 

Pero el deporte también la ayudó a superar la enfermedad, fue su gran motivación. El enduro "es sufrimiento compensatorio para mí", explica la piloto. "Llegaba a casa después de poner la quimio y me subía a la moto y pensaba que, con las miles de caídas y golpes, el granizo, el viento y el barro, era mucho más duro que la quimio. Así, con esa motivación, fui pasando el proceso de la enfermedad", relata.

El único objetivo de Sandra era ponerse sana para volver a subirse a la moto. "Tenía esa ilusión que no me ha dejado venirme abajo", recuerda. Es tal la pasión que siente la mosense por este deporte, que asegura que, si le plantean no haber sufrido la enfermedad a cambio de no haber descubierto su pasión por la moto, lo rechazaría. "Volvería a pasar la enfermedad solo por descubrir la moto", afirma sin dudarlo.

Con la vista en el futuro

null

Actualmente la piloto está retomando la actividad deportiva desde cero, después de que la enfermedad la apartara de la competición durante bastante tiempo. Sin embargo, su idea es darlo todo el año que viene y medirse el 10 de noviembre en una carrera de la liga de campo para "ver como está de nivel".

Sandra aguarda con gran entusiasmo la próxima temporada 2025, en la que confía en poder realizar el campeonato gallego. Aunque aún no cuenta con patrocinadores, está abierta a recibir apoyos que la impulsen en esta nueva etapa.