Hace meses que muchos profesionales nos repiten que el deporte es salud, pero cada vez es más complicado practicarlo. Ya sea por las prohibiciones de la Xunta o por la meteorología, lo cierto es que está siendo muy difícil animarse a hacer algo de ejercicio en estos días.
Precisamente por esto los gimnasios no paran de innovar, reinventarse y crear fórmulas nuevas con las que animar a los ciudadanos a moverse. Clases grabadas en vídeo, tablas de ejercicios adaptados para hacer sin material e incluso entrenamientos monitorizados por videollamada: todo vale para no perder la costumbre de hacer deporte, aunque tenga que ser en casa.
Este es el caso de EliteFitbox, un gimnasio en la céntrica calle Bolivia de Vigo que ha decidido ofrecer a sus clientes un "abono virtual" con el que reciben entrenamientos personalizados, adaptados al material disponible y a la forma física de cada uno.
Un año difícil para el deporte
En marzo, de un día para otro, toda España se vio encerrada en casa. "El confinamiento nos pilló muy por sorpresa, tuvimos que seguir dando el servicio como podíamos y nos llevó algo de tiempo adaptar el gimnasio a la ‘vida virtual'", reconoce Carlos Alonso "Totti", fisioterapeuta y entrenador en EliteFitbox.
Las semanas del confinamiento se impartieron "clases virtuales" a través de las redes sociales del propio gimnasio: todos los días a última hora de la tarde uno de los entrenadores se grababa en su casa mientras hacía la clase y la explicaba. Con dos paquetes de arroz, una silla y mucha imaginación lograron convocar a decenas de personas a diario para seguir entrenamientos de HIIT (entrenamiento de alta intensidad por intervalos, por sus siglas en inglés) o GAP (glúteos, abdomen y piernas).
Como centro especializado en recuperación de lesiones, a medida que se fueron relajando las restricciones fueron preparando a los vigueses para salir a la calle a hacer algo de ejercicio, también a través de sus redes. Algunos vídeos grabados por Andrés Calderón, el director deportivo del centro, explicaban cómo acostumbrarse a correr otra vez, tratando de evitar las sobrecargas y lesiones después de dos meses de "pausa".
Ya no hay excusas
"Reabrimos en mayo y nos dimos cuenta de que no teníamos la misma afluencia que antes: muchos de nuestros clientes son gente mayor y tenían miedo a volver al gimnasio de forma presencial", así es como dice Totti que surgió la idea de crear el ‘abono virtual’. "El objetivo era que la gente no dejase de moverse, por lo que ofrecimos la posibilidad de preparar rutinas personalizadas y adaptadas al material que cada uno tenía en su casa, así nos asegurábamos de que siguiesen haciendo ejercicio".
Poco a poco fueron creando una base de datos de ejercicios en vídeo, con los que explicarían a los beneficiarios del abono virtual cada uno de los movimientos que había en su rutina. "También adaptamos los entrenamientos a los objetivos de cada cliente (ganar fuerza, perder grasa o mantenerse en forma) y a su forma física inicial", dice Totti.
Las tablas de ejercicios están normalmente divididas en una primera parte de calentamiento o movilidad, un bloque de "fuerza" con ejercicios algo más complejos y un entrenamiento de mayor intensidad para acabar la rutina (un HIIT, por ejemplo). "Los clientes nos van dando feedback semanal: según vayan haciendo las rutinas irán viendo si hay ejercicios demasiado complejos que hay que cambiar, o al contrario, si prefieren entrenamientos de mayor complejidad y exigencia".
Asimismo, Totti, como fisioterapeuta, también prepara tablas para la recuperación de lesiones en casa, que se complementan con tratamiento de fisioterapia en el espacio habilitado dentro del centro de calle Bolivia.
Andrés, por su parte, es experto en preparación de oposiciones, por lo que también se ofrecen entrenamientos preparados específicamente para superar las pruebas físicas de la policía, la guardia civil, el ejército…
Gimnasio virtual
Actualmente complementan estos entrenamientos "personales" con clases online diarias a través de videollamada. "Cuando empezó la tercera ola, en previsión de lo que podría pasar, instalamos el material necesario para impartir las clases online y todo febrero fuimos compatibilizando a clientes presenciales con los que vivían fuera del municipio, por ejemplo, que ya asistían de forma virtual".
"Tardamos un día en poner en marcha el gimnasio virtual cuando nos volvieron a cerrar, ya teníamos la base de datos de ejercicios y los clientes respondieron muy bien", dice Totti, "los horarios de las clases que seguimos impartiendo a diario por videollamada son los mismos que teníamos en el gimnasio, no los hemos modificado para que puedan vernos los mismos clientes que asistían presencialmente, además de los que se quieran sumar".
También siguen impartiendo clases de pilates "tratando de que los alumnos conecten también su vídeo para poder aplicar las correcciones, estamos trabajando mucho para ofrecer el mismo servicio que antes del cierre", asegura Totti. Tratan de ofrecer un contenido exclusivo gracias al acceso privado a las clases virtuales, "no estamos igual que en marzo y ahora mismo nuestros clientes merecen un trato más personalizado".