Casi 1.200 personas se han sumado este domingo a la X Carrera Solidaria ‘Eu Móvome pola Esclerose Múltiple’ organizada por la Asociación Viguesa Avempo, que cerró las inscripciones para la prueba presencial con 1.164 participantes anotados para los recorridos de 5 y 10 kilómetros y la ‘andaina’.

Por ello, dicha asociación ha agradecido el "gran apoyo social" recibido en los últimos días tras su llamamiento debido a la crisis que atraviesa por los problemas de financiación del evento. Para poder seguir recaudando fondos para la causa, la entidad ha mantenido las inscripciones abiertas hasta este domingo en la modalidad virtual de la carrera y los donativos a través del ‘Dorsal 0’ solidario.

La delegada territorial de la Xunta en Vigo, Marta Fernández-Tapias, y el director xeral de Persoas con Discapacidade, Fernando González Abeijón, participaron este domingo en el evento, que regresó a la Alameda de Bouzas tras un parón de dos años a causa de la pandemia.

La X carrera solidaria contra la esclerosis múltiple, disputada bajo el lema “eu móvome”, se ha disputado en cuatro modalidades: virtual, como en 2020 y 2021; de cinco y de 10 kilómetros competitivos; y una andaina de 5 kilómetros de carácter no competitivo. El recorrido se ciñó a varias calles de Bouzas con llegada y salida desde la Alameda Suárez Llanos.  

Segunda causa de discapacidad neurológica en adultos jóvenes  

Asimismo, Vithas Vigo también ha colaborado con esta cita, y fuentes sanitarias recuerdan que "la esclerosis múltiple es una enfermedad desmielizante crónica, autoinmune y degenerativa del sistema nervioso central" y que según datos de AVEMPO afecta, en Galicia, a aproximadamente 3.700 personas y a 55.000 en toda España.  Es la segunda causa de discapacidad neurológica en adultos jóvenes.  

El neurólogo del Hospital Vithas Vigo, Dr. Javier Castro Dono, explica que esta enfermedad suele cursar en forma de brotes con manifestaciones clínicas variables: pérdida de visión en un ojo (lo que se conoce como neuritis óptica), alteraciones en la sensibilidad en parte del cuerpo, pérdida de fuerza o alteraciones en el equilibrio, entre otros.  Los síntomas son más frecuentes en mujeres y suelen debutar entre los 20 y los 40 años. Consideran que es fundamental el diagnóstico precoz con vistas a individualizar el tratamiento de fondo más adecuado, y de esta forma retrasar la discapacidad.