Galicia afronta la cuenta atrás para la llegada de la Alta Velocidad con la ilusión propia de ver finalizada una demanda histórica tras 9.000 millones de euros y dos décadas de trabajos invertidos, pero con la misma ambición para el futuro.
Cuando los primeros AVE lleguen a la estación de Ourense-Empalme en el último trimestre del año, el Ministerio de Fomento y la Consellería de Infraestructuras deberán actualizar sus prioridades para la próxima década en materia ferroviaria en la comunidad, pero curiosamente una de las obras más importantes en ella será a 200 kilómetros de sus límites.
Si durante buena parte del Siglo XX la localidad de Medina del Campo fue uno de los grandes nudos ferroviarios del país, ese honor podría ser arrebatado por el vecino municipio de Olmedo. Esta población de 3.600 habitantes al sur de Valladolid dará nombre al bypass que conectará las líneas de Alta Velocidad de Zamora y Galicia con las de Asturias (a través de León) y País Vasco (por Burgos).
Esta obra de 8 kilómetros admitirá una velocidad máxima de 220 km/h en su primera fase, en la que se desarrollará en vía única entre La Zarza, Olmedo y Hornillos de Eresma. Una actuación sencilla pero clave para evitar inversiones de marcha y comenzar a mallar por completo la red de Alta Velocidad, centrada hasta ahora en el modelo radial.
Una obra sencilla con un horizonte en 2027
Desde el punto de vista técnico, esta nueva línea no supone un gran reto. El trazado en la llanura castellana contará con un viaducto de 220 metros sobre el Río Adaja y otro de tipo pérgola sobre la carretera CL-602, además de cinco pasos superiores y tres inferiores para no alterar los movimientos en la zona.
El anuncio fue licitado a comienzos de agosto por 1.081.039,65 euros, recuperando y actualizando el elaborado en 2012 pero inexplicablemente olvidado en un cajón hasta la fecha. Estos trámites burocráticos podrían abarcar hasta 24 meses entre la redacción, adjudicación y aprobación del proyecto, además de la licitación y adjudicación de la obra.
A partir de ahí, comenzaría el plazo de 30 meses de trabajos en la zona con el montaje de la plataforma (dos años) y la superestructura, además los habituales seis meses de pruebas. Un tiempo "estándar" que colocaría su inicio de explotación comercial en 2027, ya con la Alta Velocidad funcionando hasta Burgos y Ourense -de inauguración inminente- y a las puertas de la inauguración del trazado hasta la Y Vasca.
Una puerta al noreste peninsular
La relación más beneficiada por lo tanto será la que conectará Galicia con Euskadi. Dos regiones con una potente vinculación histórica a través de la emigración, y que en la actualidad ya cuenta con varios enlaces a través de los servicios Intercity y Alvia que llegan hasta Miranda de Ebro en un tiempo cercano a las 10 horas
Pero además de llegar a Bilbao o San Sebastián, también servirán para conectar con el resto de Europa desde Irún. La LGV Sud Europe Atlantique conecta en la actualidad Burdeos con París en menos de tres horas. Para la próxima década está prevista su ampliación hasta Bayona, uniendo la capital de Aquitania en poco más de 90 minutos con las ciudades vascas.
Sin embargo, esta mejora no se notará en la relación con nuestros primos asturianos. Desde Oviedo a Valladolid los Alvias tardan unas tres horas y media en descender la Cordillera Cantábrica hasta la estepa castellana. Un tiempo ligeramente superior al que tardan en la ruta Medina del Campo – Ourense que sirve de acceso a Galicia.
Si tuviéramos que sumar el "desvío" en tierras pucelanas, el recorrido total podría superar las 8 horas hasta Vigo o Coruña. Una cifra irreal si la comparamos con el vehículo por carretera.
Madrid ya es el camino más rápido hacia Barcelona
La inauguración de este enlace permitirá también optimizar uno de los pocos servicios transversales de Larga Distancia que no atraviesan la Meseta. En la actualidad, los Alvia que unen la costa gallega con Barcelona, herederos del histórico Shangai Express, emplean más de 12 horas de punto a punto.
El trayecto ha estado bajo amenaza de suspensión en varias ocasiones, pero su rentabilidad llega gracias a todas las ciudades que conecta en los trayectos intermedios. Y es que su lento camino se debe a que emplea trazados como el que Ourense y León por Monforte de Lemos.
Por el contrario, aquellos que pretenden viajar directamente hacia la Ciudad Condal han encontrado en la red de AVE una vía de escape aún más rápida. Y es que los billetes combinados ofertados por Renfe que requieren de un transbordo en Madrid dejan el tiempo de viaje en poco más de 8 horas.