Los últimos días de septiembre están dejando (y dejarán) en Vigo momentos históricos. La inauguración de Vialia, que tendrá lugar hoy mismo para abrir al público sus puertas el próximo jueves, no ha quitado relevancia a otro momento memorable para la ciudad.

Aunque no ha sido la primera escala tras la pandemia, en un sector que vivió completamente paralizado durante meses, ayer fue un día especial en el sector crucerístico y para el Puerto de Vigo: una doble escala dejaba 6.000 visitantes en la urbe en una jornada, además, soleada y digna de disfrutar.

Los mapas en la mano y los paseos turísticos se dejaban ver en la zona centro de un Vigo que, de no ser por las mascarillas, respiraba un halo de la tan ansiada normalidad.

Así, el Muelle de Trasatlánticos protagonizó la primera escala en España del nuevo buque insignia de la compañía P&O Cruises, el IONA, que coincidió, en escala doble, con la visita, también por primera vez en Vigo, del Marella Explorer 2.

70% de ocupación

Aunque la estancia se ha dejado notar en la ciudad, los buques todavía no cuentan con sus aforos completos. Los protocolos de seguridad debido al Covid, no permiten superar el 70% de ocupación. Así, en esta doble escala Vigo ha recibido a 4.000 pasajeros y unos 2.200 tripulantes, según la información suministrada por las navieras al Puerto. En condiciones normales, las cifras ascenderían a unos 7.000 pasajeros y 2.600 personas al frente de los buques.

Estos gigantes del mar cuentan con una eslora conjunta de 590 metros, lo que equivaldría a cinco campos de fútbol.

Bienvenida institucional

Para dar la bienvenida a ambos buques, el presidente de la Autoridad Portuaria de Vigo, Jesús Vázquez Almuiña, participó esta mañana -junto a autoridades civiles y militares- en el tradicional intercambio de metopas. Además, se ofreció a los visitantes una muestra de la música y baile tradicionales de Galicia antes de partir, así como el acompañamiento de los remolcadores a la salida de los barcos, con sus chorros de agua contra incendios, que alcanzan una vistosa altura.

El presidente del Puerto, Jesús Vázquez Almuiña, dio la bienvenida a los capitanes.

Durante el acto celebrado por la mañana ambos capitanes destacaron la seguridad que ofrece el Puerto de Vigo para la navegación y escala de este tipo de buques. Por su parte, el máximo responsable portuario se mostró "muy satisfecho” tras la recuperación de "la única actividad que estuvo paralizada durante la pandemia" en el Puerto de Vigo y subrayó la importancia de ambas escalas "para la economía gallega" por el "prestigio" que suponen recibir a estos colosos del mar, uno de los cuales -en referencia al IONA- es uno de los buques de crucero más grandes del mundo.

Motor económico de la ciudad

Los cruceros, en un puerto como el de Vigo, constituyen un importante impulso económico para la ciudad. Antes de la pandemia, miles de turistas en decenas de escalas durante todo el año visitaban la ciudad, realizaban sus compras y disfrutaban de la gastronomía gallega. Un empuje económico que se paralizó en seco y que ahora, poco a poco, vuelve a repuntar, con una situación sanitaria en constante mejoría.

Un estudio encargado por el Igape y elaborado por la Universidad de Vigo para la Autoridad Portuaria cifraba en 15,2 millones de euros el gasto turístico generado por el tráfico de cruceros durante el año 2010. Aunque el informe tiene más de 10 años, sin duda los datos son reveladores, y sirven para hacerse una idea de la importancia del sector crucerístico en la ciudad de Vigo, donde muchos esperan que la actividad pueda volver pronto a las cifras de antes de la pandemia.

Un grupos de cruceristas en la Estación Marítima de Vigo.