VIGO, 15 Nov. (EUROPA PRESS) –
El Consorcio de la Zona Franca de Vigo elaborará un plan estratégico para contribuir a la mejora de la competitividad del sector hortofrutícola en la comarca pontevedresa de O Baixo Miño.
Para ello, el delegado del Estado en la Zona Franca, David Regades; ha firmado un protocolo con las alcaldesas de Tomiño y O Rosal, Sandra González y Ánxela Fernández, respectivamente; y el regidor de A Guarda, Antonio Lomba. El plan que se desarrollará será participativo y tendrá en cuenta aportaciones del sector y agentes de la comarca, según detalla la Zona Franca.
Regades ha destacado que uno de los ámbitos de actuación de la Zona Franca comprende analizar la actividad económica "para establecer los mecanismos necesarios para la toma de decisiones" y "la mejora de la competitividad del entorno, el crecimiento económico y la generación de empleo".
Así, ha recalcado que el sector hortofrutícola resulta "clave" en O Baixo Miño y ha augurado que la aceleración de la transición a un nuevo paradigma económico y social que ha conllevado la pandemia "creará
nuevas oportunidades".
La alcaldesa de Tomiño ha afirmado que la realización de este plan resulta "imprescindible para planificar el futuro del agro en la comarca" al ofrecer "una foto fija de dónde se está" y "una previsión fundamentada de a dónde quiere llegar el sector agrícola".
En este sentido, el regidor de A Guarda ha asegurado que el "compromiso" que conlleva este análisis por parte de la Zona Franca "servirá para tener la presencia de una de las entidades de referencia del mundo empresarial en el territorio". Mientras, Ánxela Fernández ha señalado al sector como el "motor" de la zona y ha subrayado que el protocolo firmado será "clave" en "el desarrollo del tejido empresarial en el futuro".
Plan estratégico
El plan estratégico incluirá un diagnóstico sectorial, objetivos y actuaciones específicas y realistas para mejorar la competitividad de la actividad hortofrutícola. Así, la consultora Auren iniciará de inmediato los estudios para el documento y presentará los resultados tras un año.
El trabajo constará de siete fases, el diagnóstico estratégico, talleres, el estudio de casos de éxito, la definición de líneas clave para el sector, un plan operativo, propuestas de colaboración e instrumentos públicos de ayuda y monitorización.
El objetivo es determinar directrices para un proyecto a largo plazo, facilitar la transformación y aprovechar sinergias y la capacidad de internacionalización del sector dada la proximidad a la frontera, además de las posibilidades de colaboración público-privada.
También se buscará definir actuaciones que permitan impulsar el crecimiento y la competitividad del sector hortofrutícola, articular líneas de actuación de acuerdo con la Estrategia Española de Desarrollo Sostenible, la Agenda 2030 y poner en valor de la actividad hortofrutícola de la comarca.