La tormenta económica que se vive desde hace varios meses no deja a nadie indiferente. Los hogares, con una inflación general que en el mes de marzo rozó los dos dígitos -algo que no se veía desde 1985- son cada día más pobres; y las empresas, con los costes de producción en máximos, ven reducidos sus márgenes, ya que muchas veces repercutir los incrementos de precio en el producto final no es factible. Según los expertos, de no revertirse la situación en un tiempo prudencial, muchas se verán abocadas al cierre.
Según explica el economista Marcelino Fernández Mallo, "si la inflación afecta al aprovisionamiento de la empresa va a incrementar sus costes y reducir sus márgenes, por lo tanto es posible que muchas empresas tengan dificultades para seguir ganando y por tanto para su supervivencia".
Sin embargo, en el otro lado de la balanza se encuentran aquellas compañías a las que "el alza de precio les permite repercutirlo a sus productos y servicios e incluso aprovecharse de esta coyuntura volátil para inflar sus márgenes. Esto está ocurriendo, por ejemplo, en el transporte, sobre todo en el tranporte marítimo, que es el principal en volumen en el mundo y se está viendo un aumento de fletes que quizás no está justificado por variables exclusivamente económicas", destaca el experto.
Aunque no todas las compañías viven la crisis actual de la misma forma, la afección de los factores económicos adversos es generalizada. La Confederación de Empresarios de Galicia (CEG) asegura que "las empresas han optado por absorber la mayor parte del impacto en sus costes para no repercutirlos al consumidor, pero esta estrategia de contención lleva meses comprimiendo sus márgenes de beneficios con los evidentes riesgos que esto supone. Por supuesto la inflación también afecta a nuestro tejido empresarial en el momento en el que debido a su subida cae el consumo de las familias y vendemos menos", explica Juan Manuel Vieites, presidente de la patronal.
El ciclo económico y los factores externos
Según cuenta el economista Fernández Mallo, los Gobiernos tienen la capacidad de matizar las variables y las magnitudes económicas, pero "hay una fuerzas que es realmente muy difícil de contener, que es el propio ciclo económico, que es una auténtica tiranía. No hay forma de detenerlo". Así, las medidas adopatadas por el Ejecutivo podrán acortar o alargar su duración, "pero cuando hay crecimiento hay inflación y cuando hay decrecimiento, no hay inflación, eso es así casi siempre".
"Hay un escenario terrible que es cuando no hay crecimiento y sí hay inflación, que es la estanflación, que puede ser lo que se vaya a dar en los próximos meses y esto es por otra gran fuerza que incide en la economía, que son factores externos de gran repercusión, como los que estamos viendo en los últimos tiempos que, además de inesperados, son de una intensidad impresionante", añade el ecomonista gallego.
Respecto a las medidas adoptadas por el Gobierno central la CEG las ha calificado de insuficientes. "Es necesario adoptar medidas contundentes en un momento de total incertidumbre y complejidad, para tratar de contener la escalada de precios y paliar los efectos del conflicto bélico. Nos referimos a que el Estado debería trabajar más eficientemente y llevar a cabo una bajada general de impuestos, para que todas las rentas se puedan asegurar una mayor capacidad de compra", sostiene Vieites.
Entre las peticiones de los empresarios de Galicia a la Administración central se hallan medidas como la reducción inmediata de los impuestos a los productos energéticos, la retirada coyuntural de la tasa de CO2, que se establezcan mecanismos de flexibilidad en la contratación pública para adaptar los precios de los contratos a la realidad del mercado o agilizar la puesta en el mercado de los fondos de la Unión Europea, entre otras medidas. "Siendo urgente poner en funcionamiento los proyectos anunciados como prioritarios y avanzar en los Pertes de los sectores clave en la comunidad como el de automoción, el agroalimentario o el naval", subraya el presidentde de la CEG.
Inflación media del 7,5% en 2022
Hacer previsiones en un contexto de tal incetidumbre como el actual es "extremadamente difícil", apunta Fernandez Mallo. Los factores externos como la guerra de Ucrania o la crisis energética juegan en contra a la hora de poder augurar demasiados datos de un futuro cercano.
"Estamos en un movimiento de precios al alza, no creo que durante los próximos meses vayamos a tener un incremento de la inflación mensual tan grande como la que hemos tenido desde que empezó la guerra. A mí me gusta medir los límites anuales, porque el mensual es muy volátil y en el mensual está la estacionalidad también, del consumo, de la producción de alimentos, etc. En este sentido creo, aunque casi es un deseo más que un razonamiento, que en el interanual los precios no van a subir más de lo que han subido hasta el momento. La cuestión es hasta qué valores se van a ir corrigiendo", apunta el economista.
En el caso de la inflación subyacente, aquella más estable que se genera por el propio "juego" de la oferta y la demanda en una economía, en febrero fue del 3,4%, una cifra bastante elevada. Marcelino Fernandez Mallo reconoce que "la economía está tensionada; aunque los factores externos desaparezcan la inflación no va a desaparecer, quizás no vaya a estar en los límites del 10% como se está viendo pero igual sí alejada del 2% que se estima como saludable".
El experto recuerda, no obstante, que en esta inflación subyacente está incluido el transporte, que en este momento está tirando de este índice al alza. Así, según el Instituto Galego de Estatística, el IPC de la electricidad, el gas y otros combustibles se incrementó en feberero en Galicia un 62% respecto al año anterior.
Esta misma semana, el Banco de España ha recortado sus previsiones de crecimiento en 2022 hasta el 4,5% debido a la guerra y ha estimado una inflación media del 7,5% durante el ejercicio.
Desde la CEG aseguran que hay que tener cuidado para no convertir la inflación actual en algo estructural como consecuencia de consolidar los salarios en función del nivel de precios. "Desde CEOE estamos negociando junto a Cepyme un nuevo acuerdo de negociación colectiva con CCOO y UGT para establecer la senda en la que deberían evolucionar los salarios de convenio en los próximos dos o tres años", explica Juan Manuel Vieites.
Comercio de proximidad
Además de las empresas y los elevados costes de producción, el bolsillo de los consumidores está viviendo también el alza del IPC en su día a día. Productos y servicios han sufrido incrementos generalizados, aunque en algunos grupos, como alimentos frescos o transporte, en mayor medida.
El miedo y el impacto de la guerra de Ucrania en algunos sectores o productos se ha manifestado, además, mediante una forma de adquirir productos alejada de un comportamiento habitual de la demanda.
Desde la Asociación de Consumidores e Usuarios de Galicia (Agouga) hacen una recomendación clara: el comercio de proximidad. "Es importante seguir invirtiendo en la tienda de barrio, cooperativas muy interesantes, producto de cercanía… Es una opción a tener en cuenta y con la que ves que puedes abastecerte de producto fresco a un precio asequible, revitalizando la vida de las ciudades y del rural", señalan desde la asociación.
Así, tener muy presente dónde se compra para que el esfuerzo del productor se vea recompensado es la opción más deseada para esta asociación. Respecto a las grandes superficies, Acouga recomienda buscar, en este momento de alza de precios, marcas blancas con los estándares de calidad oportunos. "No hay por qué pagar más en muchas ocasiones por una marca determinada", explican desde la asociación gallega.