Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), Vigo cuenta con una población total de 292.374 habitantes. Casi 300.000 personas que viven y se mueven por la ciudad, sumadas a todas aquellas que acuden a trabajar, a visitar a sus familias o por puro ocio. A nivel estatal, Vigo ostenta el puesto número 14 de municipios más poblados; sin embargo, hay una asignatura pendiente en la agenda local que se pone de manifiesto de forma constante: el transporte urbano.
Para los vigueses ya se ha convertido en algo habitual ver el cartel de ‘servicios mínimos’ en los autobuses de Vitrasa, la empresa concesionaria del servicio de transporte urbano en la ciudad. Los trabajadores llevan en pie de guerra desde el año 2021 contra la compañía, exigiendo una actualización salarial y la mejora de sus condiciones tras el vencimiento de su convenio colectivo.
Y mientras no se resuelve el conflicto, en el que todavía no ha tomado parte el Concello, cientos de ciudadanos descartan el bus para desplazarse por Vigo. La situación no solo se vincula con el contexto actual de huelga; desde hace años los usuarios reclaman mejoras en las frecuencias de Vitrasa, especialmente para conectar los barrios de la periferia y el área de la universidad.
Movilidad sostenible y el reto del carril bici
¿Pero cuáles son las consecuencias en las que derivan estos problemas con el transporte urbano vigués? Una de las más flagrantes es el uso del coche. En el año 2020, Vigo contaba con 151.553 turismos registrados, una cantidad que resulta muy llamativa teniendo en cuenta el número de habitantes. Tan solo hace falta un breve paseo sobre cuatro ruedas por la ciudad para ver la densidad del tráfico.
La normativa estatal traerá en breve la obligación de implementar Zonas de Bajas Emisiones, por lo que el transporte en bicicleta podría experimentar un auge en el futuro más cercano. Desde hace unos años para aquí, el Concello ha puesto en marcha la creación del carril bici. Estos viales pintados de verde y protegidos de la carretera mediante unos pequeños pivotes no están aún instalados en toda la ciudad; se pueden ver en tramos como Travesía de Vigo o la Avenida de Camelias, por ejemplo.
Pero lo cierto es que el uso de la bicicleta tampoco acaba de cuajar entre los vigueses. Asociaciones como Vigo Ciclábel lo achacan a la falta de "una red de carriles bici y ciclocarriles bien conectados y con criterios homogéneos que permitan recorrer la ciudad en vías segregadas o por viales de tráfico pacificado que garanticen la seguridad de los ciclo usuarios".
Esa misma organización propone para fomentar el uso de la bicicleta en Vigo la creación de un sistema de alquiler público de bicis, un Plan Director de la Bicicleta, más campañas de fomento de uso o la creación de una oficina municipal de la bicicleta. Además, el Valedor do Cidadán expuso una propuesta de tres trazados para reaprovechar y ampliar los carriles bici existentes: el carril Eurovelo, el gran carril centro y la red litoral.
El hipotético metro ligero de Vigo
Los vigueses no solo imaginan cómo poder desplazarse mejor por la ciudad en bicicleta y hay quien se aventura incluso a idear el recorrido de un nuevo método de transporte: el metro ligero.
¿Pero qué es exactamente eso del metro ligero? El INE lo define como un "ferrocarril para transporte de pasajeros que a menudo utiliza coches de propulsión eléctrica, los cuales circulan sobre raíles y operan individualmente o en trenes cortos sobre vías dobles fijas. Por lo general, la distancia entre paradas o estaciones es inferior a 1.200 metros". En su descripción también apunta que está pensado "para volúmenes de tráfico inferiores y suele viajar a velocidades menores".
Un usuario de X (antes Twitter) ha impulsado un perfil en esta red social bajo el nombre ‘VigoMetro’ en el que ha publicado su propuesta de trazado, imaginando que Vigo dispusiera de este medio de transporte. El mapa está inspirado en la estética del metro de Madrid y cuenta con dos líneas: la línea 1, en color rojo, se denomina ‘Rosais-Praia Azul’ y la 2, en azul, es ‘Gregorio Espino-Universidad’.
La línea 1 uniría el barrio de Teis con la playa de Samil y tendría un total de 18 paradas, la mayoría de ellas nombradas como la calle en la que se encuentran y otras con algún distintivo de la zona, como por ejemplo la estación de ‘Los volcanes’, en el barrio de Coia (por sus famosas fuentes volcánicas). Esta ruta de metro pasaría por Travesía de Vigo, Vialia, García Barbón y se adentraría por Camelias y Plaza Independencia para llegar hasta Coia y de ahí, a su destino final.
Los transbordos con la línea 2 se podrían realizar en seis paradas: La Unión, Vialia Estación, Plaza América, Coia, Avenida de Castelao y Los Volcanes. Por otro lado, el trazado ‘Gregorio Espino-Universidad’ recorrería la ciudad desde el barrio de O Calvario, pasaría por Plaza España y alrededores para acceder a Coia y se metería hacia Navia. Desde ese punto el metro llegaría a zonas como Teixugueiras, Balaídos, el hospital Álvaro Cunqueiro y finalmente, el Cuvi.
Inspiración en el proyecto de metro
El proyecto de metro ligero de ‘VigoMetro’, como él mismo detalla, se inspira en otra propuesta hecha por otro usuario de Twitter hace casi un año, ‘Nor_IRS’, quien se propuso elaborar un mapa ficticio de metro para Vigo.
El trazado de metro de ‘Nor_IRS’ mostraba seis líneas: línea 1 (verde; Chapela-Saiáns), línea 2 (morada; Guixar-Universidade), línea 3 (amarilla; Bouzas-Zamáns), línea 4 (azul; Urzaiz-Praza dos Leóns), línea 5 (roja; Museo do Mar-Sárdoma) y por último, la línea R, indicada en color naranja (Avenida do Aeroporto Candeán).
"Tampoco soy ingeniero ni nada que se le parezca, solo soy un friki con acceso a internet. De hecho, haciendo esto me he dado cuenta de todos los motivos por los que en realidad viene siendo imposible construir un metro en esta ciudad", relataba el creador de este plano, un ejercicio más que abre las puertas a imaginar alternativas en la movilidad y el transporte de Vigo. ¿Pero quién sabe si alguna de estas utopías llegará a hacerse realidad algún día?