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Los ministros de Pesca de la Unión Europea alcanzaron esta madrugada un acuerdo por unanimidad sobre el reparto de las cuotas pesqueras en aguas comunitarias, en el que han tenido especial incidencia las medidas para amortiguar el recorte al arrastre en el Mediterráneo, que la Comisión Europea quería reducir en un 79% los días de pesca, hasta una media de 27 días de trabajo.

Para la flota gallega, la peor parte ha venido con la reducción del 20% en la cuota de merluza del Gran Sol. Según el presidente de la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores, Basilio Otero, también patrón mayor en Burela (Lugo), en declaraciones a Europa Press, la distribución centra la preocupación de los pescadores gallegos en la merluza norte, además de en el jurel.

Desde la organización de productores de Burela, Sergio López tacha de "mala noticia" esta disminución dada la relevancia que tiene la merluza del Gran Sol para su flota, aunque mejora la propuesta inicial, que era de una bajada del 30%. "Veremos el efecto", advierte.

Esta "mala noticia", añade, puede ser "mejor o peor" a lo largo del ejercicio del año que viene en función del volumen de capturas de merluza que consuma la flota, aunque anticipa un "efecto limitante".

Eso sí, para la flota del litoral "la mayoría son buenas noticias", por las cuotas alcanzadas para especies como la merluza sur, la anchoa, el gallo, el rape y la cigala, entre otras especies.

El presidente de la federación de cofradías gallegas, José Antonio Pérez Sieira, corrobora a Europa Press que en el reparto de algunas especies la flota gallega sale "bastante bien" parada, en referencia a la posibilidad de hacer pesca dirigida de jurel en la zona VIII.

Aunque recuerda que queda mucha flota gallega que aún faena en el Gran Sol. Además, aprovecha para pedir al nuevo comisario del ramo que no se fije "tanto" en lo medioambiental y "mire un poco más" los efectos socioeconómicos de la pesca.

"El Gobierno no hizo su trabajo"

Por su parte, desde la Xunta han señalado al Gobierno central, que "no hizo el trabajo que tenía que hacer" y no negoció "de una forma correcta".

El conselleiro do Mar, Alfonso Villares, señala que "lo que se plasmó en el documento definitivo es la propuesta inicial" y "no se tuvieron en cuenta" aspectos derivados de la sentencia europea sobre los efectos socioeconómicos de la pesca.

Se trata, según Villares, de una propuesta "envenenada que dejó el anterior equipo al nuevo comisario". Por esto, lamenta "bajadas importantes" en la merluza del Gran Sol y "una clara incoherencia en las cuotas relativas al abadejo, al jurel del cantábrico y a la anchoa" que apunta que "se verá aún cómo se va a plasmar".