Nefelibata hace posible disfrutar de una moda lenta y sostenible hecha por mujeres. Esta firma con el corazón repartido entre Galicia y la India nació en 2018 de la mano de Sara Fontenla, una joven de 31 años de O Grove que apostó por lanzar su propia marca hace seis años y que ahora, tras mudarse a Australia, prevé dejar a un lado este proyecto que tan feliz la ha hecho.
Fontenla llevaba tres años viviendo en la India cuando nació la firma. "Quería crear una marca sostenible tanto a nivel tejidos y producción como a nivel quién produce las prendas y quién está detrás", indica Fontenla, que explica: "Abrí un pequeño taller en Pushkar y alquilé una casita en la que enseñaba a las mujeres a coser, a cortar patrones o telas… todo el proceso de confección".
Nacía así un bonito proyecto bajo el nombre de Nefelibata, término que procede del griego y que significa ‘el camino entre las nubes’. "Quiere decir que es una persona soñadora que no sigue las masas sino sus propios sueños, aunque sean distintos a todo lo demás", indica la responsable de este proyecto que apostó desde el primer momento por la moda lenta.
Las mujeres que se formaron con Sara Fontenla eran de "castas bajas" y no podían sostenerse económicamente. "Muchas era solteras porque habían tenido problemas en su relación porque los maridos bebían mucho, se habían ido… Estaban solas, con muchos hijos y quizás viviendo en un campamento", indica la emprendedora, que les dio un trabajo por el que "cobraban un salario justo".
Prendas frescas de estilo bohemio
Nefelibata arrancó su camino con prendas únicas creadas a partir de tejidos usados procedentes de diferentes tipos de saris y mantas. Fontenla recolectaba tejidos indios de segunda mano que transformaba en kimonos con un tallaje muy amplio que podía usar cualquier persona independientemente de su sexo, edad o tipo de cuerpo.
La marca no hace prendas a demanda y dispone de un stock muy reducido, con un máximo de seis unidades de cada diseño. "Trato de hacer vestidos que encajen en todo tipo de cuerpo y no tener que hacer muchas tallas, porque eso te limita a generar y a producir más, y es lo que no quiero hacer. Todo son blusas, vestidos vaporosos, con un estilo bohemio, fresquito, playero y natural", indica Fontenla.
La gallega estudió Diseño de Moda en Barcelona y crea sobre todo prendas para el verano, aunque dispone de algunas oversize más invernales hechas a partir de mantas. Sara Fontenla piensa en mujeres de todas las edades a la hora de diseñar su ropa, "muy femenina y que te hace sentir libre, relajada", evocando al verano, la playa y el mar, así como a los colores de la India.
"Es un momento complicado para sobrevivir"
Sara Fontenla se prepara, tras seis años con esta marca que vende online, en tienda física y en mercados de Galicia, para despedirse de este proyecto que tantas satisfacciones le ha dado. La diseñadora ultima la temporada de verano, que será, previsiblemente, la última que lance antes de dejar a un lado Nefelibata debido a la "complicada" situación actual para los emprendedores.
"En España ser autónomo es carísimo, da igual lo que vendas no se sostiene, y el mundo de la moda es muy complicado frente a las marcas de fast fashion", explica la joven de O Grove, que señala que la inflación y la falta de concienciación de muchos ciudadanos a la hora de consumir también influyen: "Es un momento complicado para sobrevivir".
La colección especial que Sara Fontela prepara para el verano está hecha con algodón orgánico y los vestidos y las camisas que la componen están estampados a mano por artesanos. Una bonita forma de terminar un proyecto con el alma y el corazón repartidos entre Galicia y la India que, tras seis años contribuyendo a construir un mundo más sostenible, dice adiós.