VIGO, 11 Oct. (EUROPA PRESS) –

Las federaciones de comercio de la patronal y las organizaciones sindicales CIG, CC.OO. y UGT han firmado este martes el primer convenio de Comercio Vario de la provincia de Pontevedra, que supone "dignificar" las condiciones de miles de trabajadores.

Tal como ha informado la CIG en un comunicado, la patronal pontevedresa se negó "durante muchos años" a sentarse a negociar un convenio para casi todos los sectores a excepción de la alimentación y las frutas.

Así, la secretaria nacional de CIG-Servizos, Transi Fernández, ha manifestado su satisfacción porque "desde hace décadas la central sindical persiguió el sueño de poder tener un único convenio de comercio, cosa que solo se pudo hacer efectiva, hasta ahora, en la provincia de A Coruña".

Tal como ha indicado, fue ya antes de la pandemia cuando el Consello Galego de Relacións Laborais consiguió sentar a la mayoría de las patronales de comercio para constituir la mesa de negociación, en la que los sectores del comercio del metal, materiales de construcción y muebles no quisieron participar.

Así, se hizo posible el acuerdo firmado este martes que incluye a los sectores del textil minorista, mayoristas, comercio de piel y comercio de bazares.

"Dignificar las condiciones"

Para Transi Fernández, firmar este convenio, que tendrá vigencia hasta 2024, "significa dignificar las condiciones de miles de trabajadores, de sectores muy feminizados y precarizados, con los incrementos pactados a lo largo del convenio de casi el 14,7%, con revisión salarial y manteniendo cuatro pagas extraordinarias".

"Esto junto a mejoras como el 100% en caso de cualquier incapacidad temporal, promociones profesionales automáticas, ayudas escolares o excedencias especiales por cargo de hijos, además de que el periodo de lactancia será hasta que el hijo tenga 12 meses y acumulación en 23 días", ha reivindicado la CIG.

Fernández ha añadido que uno de los avances logrados en el ámbito de la contratación es que ahora los tiempos parciales estarán acotados a un mínimo de 27 horas y a un máximo de 30 horas semanales y limitando esta contratación en las empresas de más de 50 trabajadores a un 25% del total de los empleados. Con esta regulación se evitará "el desmadre que existe en este tipo de sectores, donde llegan a tener plantillas casi enteras con este modelo (de contratos parciales)".

Desde la CIG han reconocido que la negociación "fue difícil", pero ha indicado que la patronal del pequeño comercio "fue capaz de entender las reivindicaciones y trató de mejorar un sector que da mucho trabajo indefinido, sobre todo en las pequeñas tiendas".