Hace tan solo dos meses que Luis Portabales comenzaba a trabajar "a todo tren" en su proyecto más personal, en el que en realidad lleva esforzándose unos catorce años. Carballo Estrela, su pequeña empresa de artesanía en madera, nació a la vez que su primer hijo, hace más de diez años, como su forma de "recuperar al niño que lleva dentro" y la conexión con la naturaleza que tuvo durante su infancia.

La venta de sus casitas para pájaros, que funcionan como pequeños hogares en los que anidar y criar, ha supuesto la culminación de un proyecto profesional que durante más de una década ha ocupado gran parte de su rutina diaria y de sus pensamientos. Hoy, con la web en marcha y su colaboración con varias tiendas de Galicia y otros puntos de España, Luis puede decir que ha cumplido su sueño de dedicarse a las bellas artes.

Las navidades, además, suponen para él una de las épocas de mayores ventas, pues por desgracia "a la artesanía en España todavía no se le otorga el valor que merece", por lo que muchos consideran que sus productos son demasiado caros como para adquirirlos para uno mismo. "Por eso sé que vendo más para regalo, porque poca gente se gasta este dinero en un producto como el mío, aunque el precio lo haya puesto ciñéndome al coste de las horas de trabajo y los materiales que utilizo".

Con la instalación de su nuevo taller, en la parroquia pontevedresa de Xeve, Luis ha comenzado lleno de energía esta nueva etapa en la que pretende que Carballo Estrela se convierta en un espacio en el que naturaleza y arte convivan en perfecta armonía.

Su santuario

Todo comenzó con una primera casa para pájaros, hace ya catorce años. "Cuando nació mi hijo mayor sentí la necesidad de construir la casita para poder ir a la naturaleza con él y crear un pequeño santuario", dice Luis. De algún modo, cuenta, "ser padre te conecta con la infancia que tuviste y, para mí, el campo de juegos era el monte".

Con la necesidad de volver a conectar con la naturaleza, Luis decidió aprender a construir con madera y a aplicar sus conocimientos de bellas artes a la artesanía. "Vengo del mundo del arte, especializado en pintura, pero siempre me he dedicado a dar clase: la escultura y el trabajo de la madera eran nuevos para mí".

Tuvo que aprender a base de prueba y error, pues era una disciplina que no había tocado nunca y de la que desconocía muchos aspectos. La primera casa que construyó, de hecho, confiesa que "fue terrible, aunque la guardo con mucho cariño". Con el paso del tiempo, fue aprendiendo y logró construirlas con bastante soltura.

Una de las ‘casitas’ de Carballo Estrela. Foto: Treintayseis Treintayseis

Tantas llegó a montar que su mujer le pidió que se deshiciera de algunas de ellas. "Me sugirió que las vendiese porque ya no cabían en casa", ríe Luis, que dice que consiguió que alguna se la quedasen en una tienda de mascotas. "Donde más vendí fue en el mercado de antigüedades de Pontevedra, que se coloca los domingos frente al Mercado". Ese fue el germen de su primera tienda.

Outdoor

Luis reconoce que la construcción de casitas de pájaros le sirvió como "terapia ocupacional" tras quedarse en paro, pero también le dio el empujón que le faltaba para abrir su propia tienda de enseres para la vida en la naturaleza. "No era nada técnica, pensábamos en gente que disfrutase de las actividades al aire libre sin ser montañero o hacer escalada: vendíamos objetos para ir de picnic o hacer senderismo o bici".

En un principio, cuenta, funcionó muy bien. "El problema es que Pontevedra es una ciudad muy pequeña y muy particular, teníamos marcas exclusivas incluso a nivel europeo, pero no era rentable". Por esta razón, decidieron cerrar la tienda tras cinco años de negocio y muchísimos aprendizajes. "Lo mejor que me dio fue que conocí a mucha gente, hice vínculos muy fuertes con algunos clientes y me di cuenta de que algo en lo que yo creía podría ser viable: solo hacía falta que me atreviese".

Al tiempo que mantenía el local, llamado Carballo e Estrela, Luis seguía trabajando en sus pequeñas casas para pájaros, "aunque era difícil construir trabajando en horario comercial". Con el cierre definitivo, en 2019, decidió "lanzarse" y buscar un espacio en el que dedicar todo su tiempo a la artesanía en madera.

Carballo Estrela

"Apalabré la finca con el dueño el jueves 13 de marzo", dice el artesano: "un día antes de que se declarase el estado de alarma". Esa fue la razón, más que limitante, de que no pudiese avanzar con su pequeño proyecto, que se retrasó hasta otoño de este año. El aplazamiento de la obra que le permitiría utilizar el taller supuso un retraso también en el lanzamiento de su tienda online, que hoy funciona al 100%.

Carballo Estrela, confiesa, "son dos palabras al azar que tenían sonoridad y me gustaban, posteriormente les fui dando sentido". Así, el carballo es la raíz que conecta con la tierra y la naturaleza; mientras que la estrela es ese elemento onírico que conecta con la imaginación y "que ilumina desde lejos".

En verano comenzó a acondicionar el huerto, "porque para mí está todo relacionado y en este espacio toda la naturaleza se conecta". Después del verano comenzó "en serio" a construir para Carballo Estrela, la marca comercial para la que fabrica casas para pájaros, tirachinas y tablas de cocina, "por el momento".

Casas de Carballo Estrela listas para la venta Treintayseis

Montaje de una de las casas de Carballo Estrela Treintayseis

Taller de Carballo Estrela Treintayseis

Tirachinas y llaveros de Carballo Estrela Treintayseis

"Trabajo ocho horas al día, adaptándome a la luz solar, y creo objetos con un diseño muy cuidado y que pueden ser decorativas pero también deben ser funcionales". Luis cuenta que, de hecho, "si mis creaciones no se utilizasen para lo que están pensados, para mí sería un fracaso". Lo único que entiende que "es más decorativo" es el tirachinas, que ha resultado convertirse para muchos de sus clientes casi un objeto de coleccionista.

Ahora, con la vista puesta en aumentar las ventas para Navidad, Luis no deja de crear y tiene varias ideas de productos nuevos en mente, aunque también confía en que "cuando coja carrerilla aparezcan las musas". "Quiero seguir trabajando en torno a la naturaleza y al arte, continuar también con ilsutraciones y prints y algún producto nuevo que, igual que los que hago ahora, sea cuqui y funcional".