La viguesa Nohemí Bermúdez comenzó hace menos de un año con su aventura cosmética y ha logrado convertirse en un referente en el mundo de la estética. Su proyecto personal, Mímate Cosmética, ha llegado a miles de usuarias que buscan cuidarse con la seguridad de que mejorarán la salud y el aspecto de su piel en unos meses.
Nohemí empezó a formarse en cosmetología en 2015, pues confiesa que en un principio estudió derecho y trabajaba en banca. Su madre, que se dedica al sector de la estética, fue la que le "metió el gusanillo" y con quien empezó a trabajar. "Hacíamos formaciones para profesionales, no empecé a vender producto hasta poco antes de la pandemia".
La realidad, dice, es que su web se lanzó muy poco antes del decreto del estado de alarma. Hasta ese momento vendían cosmética a profesionales, especializándose en productos tan exclusivos como Le Fantastick de la firma francesa de lujo Le BAP.
"Montamos la web para cliente final en diciembre de 2019, pero en el confinamiento paré porque mis productos no son de primera necesidad y nadie del sector estaba trabajando", cuenta. Así, en mayo de 2020 comenzó a mover Mímate con fuerza, a través de redes sociales y de "una especie de boca a boca virtual".
"El confinamiento ayudó a que la gente se preocupase más por el autocuidado, buscaban profesionales que les ayudasen a encontrar su rutina ideal". Esa fue la idea con la que Nohemí consiguió fidelizar a su público, pues ofrece asesorías gratuitas para pautar una rutina personalizada a cada una de sus clientas.
Asesorías personalizadas
"Tratamos de adaptarnos primero a los productos que ellas ya tienen, aunque he visto muy poca cosmética que haga realmente lo que promete, así que a veces nos vemos obligadas a empezar de cero". Nohemí y su equipo venden cosmética de alta gama, "que funciona y que bien utilizada es muy eficaz".
El proceso implica primero un análisis de la piel de cada persona, así como de sus rutinas y sus costumbres, para después poder pautar aquellos productos y pasos a seguir que resultarían idóneas para cada persona. "Siempre cuento a mis clientas que, como mínimo, le den una oportunidad de un mes a cada rutina, con la piel hay que ser muy paciente y a medio plazo es cuando se ven los resultados".
Cuenta que ella misma prueba los productos que vende durante meses antes de comercializarlos. "A mí me mueven las pieles, no el dinero: no voy a vender algo que no funcione porque gane mucho con ello, lo que quiero es que mis clientas estén satisfechas y vuelvan". Hay marcas que contactan con ella, cuenta, pero nunca llegan a la tienda: "si no me gustan a mí no las vendo".
De hecho, entre sus embajadoras hay una chica que padece vitíligo y otra con rosácea, ambas patologías dermatológicas que, aunque no se curan, se pueden controlar. "El vitíligo es muy visual pero la piel no está inflamada ni sufre, la chica que tenemos con rosácea sí que lo pasa mal porque tiene una piel muy reactiva: mi objetivo es que esté siempre calmada".
Lo mismo, dice, es lo que hace con las dermatitis atópicas, las pieles especialmente sensibles o las personas con tendencia a padecer alergias cutáneas. "Perseguimos mejorar la salud dermatológica de la gente, por eso enseñamos a cada clienta cómo aplicar su rutina diaria para que pueda ver esa mejora a largo plazo".
Boca a boca virtual
Lo más curioso del modelo de Mímate, que sorprende también a su creadora, es que ha crecido muchísimo en solo un año de vida y con una pandemia desde el inicio. "Empecé sola y ahora somos cuatro, pero necesitamos a dos personas más porque actualmente tenemos 1.000 clientas fijas cada mes".
Esto, que sucede porque sus rutinas funcionan, es lo que más gratifica a Nohemí y a su equipo. "Para que yo pueda cumplir tengo que saber lo que estoy haciendo, por eso me formé muchísimo antes de lanzarme, y mi equipo tiene formación de estética, cosmetología y dermocosmética".
Desde hace unos meses, además, cuentan con su propia línea de productos, un sueño hecho realidad para esta emprendedora viguesa. "Es muy complicado lanzar un producto al mercado, son muchos meses de preparación y, sobre todo, muchos meses de prueba, por eso cuando sacamos nuestra línea funciona tan bien".
Su primer producto, el contorno de ojos Mímate, tuvo tal éxito que en menos de seis meses ya se han vendido 2.000 unidades. "Elaboramos con un laboratorio externo tres productos a base de materias primas naturales y elementos no comedogénicos que resultan muy eficaces". La clave, confiesa, es que son respetuosos con la piel y "muy suaves", por lo que el efecto se nota más a largo plazo pero con la seguridad de que la piel no sufre.
Actualmente, tras lanzar dos líneas en 2021, están testando un nuevo producto que saldrá a la venta a principios de año, a la vez que se gesta una nueva línea de la que no puede contar mucho "porque estamos probándola todavía en el laboratorio".
El secreto, cree Nohemí, es que su comunidad online es fuerte y fiel, "que interactúa mucho y es muy guay". Ella, además, ejerce como la mayor embajadora de Mímate, emitiendo en directo a diario para explicar a sus clientas y seguidoras cada producto o rutina que prueba. "Yo me expongo mucho y eso se agradece: mis seguidoras confían en mí", dice Nohemí.
Mímate, asegura, es para todo el mundo y, "aunque a quien tiene la piel bien no le hago falta, estoy aquí para convencer a las desencantadas de que la cosmética bien utilizada puede garantizarles una piel sana y bonita".