Con el auge de las compras online, y más tras la pandemia, cuando el cierre físico de los locales obligó a muchos a hacer de Internet su vía de acceso a las compras, un problema ha aparecido como lastre: no estar en casa cuando el repartidor llega con el esperado paquete.
Traslados a un punto de recogida, entregarlos en un local cercano, a un vecino o, como peor solución, entrega fallida y vuelta a la casilla de salida, todos estos inconvenientes tienen por fin una solución creada en Vigo: Yolodoor, una puerta inteligente que recibe los paquetes aunque no haya nadie en casa.
La idea surge en 2018 precisamente de un grupo de innovadores que se dedicaban al ecommerce, que vieron la necesidad de dar una opción nueva ante las pérdidas económicas que suponían los paquetes no entregados a empresas y destinatarios. Para poner en marcha esta puerta inteligente, Yolodoor se formó por 8 personas con perfiles diferentes relacionados con desarrollo, innovación, ingeniería y marketing.
Sistema de seguridad
El sistema de Yolodoor es muy sencillo y tiene dos procedimientos, como cuenta Iban González, portavoz de la empresa, a Treintayseis. Por un lado, el repartidor puede llamar al que espera recibir el paquete para que le abras directamente una compuerta situada en el frontal con una plataforma para depositar el paquete o, por otro, programar su apertura a una hora concreta.
El sistema es completamente seguro. "Una de las ventajas es que nadie puede entrar, solo se abre esa compuerta con un código que tú le das al repartidor para autorizarlo en ese mismo momento", explica Iban, que añade que "tiene un sistema de alarma por si intentan bloquear la entrada y te avisa al móvil".
Todo gracias a una app, disponible para iOs y Android, que te permite controlar tu puerta desde cualquier lugar, dando la posibilidad no solo de abrir la compuerta, sino también la cerradura de seguridad. Además, las dimensiones están habilitadas para cualquier empresa de reparto, y recomiendan que se indique en las observaciones para que el repartidor sepa que le recibirá una puerta inteligente.
La compuerta, además, dispone de una cortina magnética "para salvaguardar la intimidad del domicilio", y el repartidor simplemente tiene que empujar esa cortina para dejar el paquete sobre la plataforma motorizada abatible con capacidad de carga de hasta 15 kilos.
En cuanto a su instalación, hay dos opciones; para obra nueva, pensado para reformas o viviendas en construcción, y el modelo "Express Change", donde se puede aprovechar el marco de la puerta ya existente sin necesidad de acometer obras en la casa. Además, la puerta Yolodoor, hecha de aluminio, ofrece diferentes colores y diseños para adaptarse al estilo de cada hogar, desde gamas de diferentes maderas, como embero, nogal o roble, a otros más arriesgados.
Yolodoor todavía no está a la venta; en principio, su precio será de 3.975 euros, aunque desde la empresa señalan que se puede ver afectado "por la crisis de los materiales", cuya subida de precios está afectando a todos los sectores.
Pandemia
"En un principio, seguimos viviendo la crisis, con retrasos en la entrega del material, que no se consigue o que está el precio disparado", cuenta Iban, unas circunstancias que ha supuesto alguna traba y retraso a la hora de construir el prototipo y, por lo tanto, de lanzarlo al mercado cuanto antes.
Al margen de estos pequeños retrasos, de por medio vivieron la llegada de la pandemia. Eso sí, en Yolodoor siguieron trabajando con "cierta calma" y vieron cómo la demanda de las compras online creció, ajustando el escenario para un producto como el suyo. "Hay mucha gente que a partir de la pandemia se dio cuenta de lo cómodo que es, pero más allá de esto, el ecommerce ha ido creciendo y lo sigue haciendo cada año", explica Iban.
Un "bricomaníaco", el mejor prescriptor
La idea, solución al problema y el prototipo ya era una realidad, pero tocaba comunicar y transmitir las virtudes de esta puerta inteligente, que ofrece la posibilidad de instalarla sin hacer obra.
Es por esto que, desde Yolodoor, pensaron en quién era la persona adecuada para transmitirlo de la mejor manera, con fiabilidad y un discurso cercano. El nombre no tardó en salir a la luz: Kristian Pielhoff, rostro y voz del programa Bricomanía, un referente entre los "manitas". "Pensamos en hacer un vídeo explicativo y qué mejor prescriptor que él", dice Iban.
Así que se pusieron en contacto con él y se desplazó hasta Vigo, a las instalaciones de Yolodoor, un par de días para convertirse en el "maestro" de la puerta inteligente.
Primero, Vigo; después, España y Portugal
A pesar de no estar ahora mismo a la venta, sí que se encuentra en una fase "beta", para lo que seleccionaron 10 voluntarios con un perfil similar al potencial comprador, esencialmente, una persona que haga pedidos online y que disfrute con la tecnología y los dispositivos relacionados con el Internet de las cosas.
"El feedback de usuarios y repartidores está siendo muy bueno, nos dicen que ojalá todos tuvieran una", presumen desde Yolodoor. En este caso, estos elegidos son de la zona de Vigo, aunque ya planean una fase a nivel nacional, en este caso, un proyecto piloto con 50 personas para testearlo en otras ciudades, con la vista puesta en lanzarlo a nivel nacional y en Portugal.
De momento, Yolodoor es un avance en potencia, un sueño cercano para dar solución al gasto y desgaste que supone no poder estar en casa a la espera de que llegue un repartidor, incluso con la compra del día. Y la receta, en este caso, tiene origen vigués.