No hay como tener claro el objetivo común para que un proyecto sin ánimo de lucro salga adelante. Muestra del poder que tienen las ganas de impactar en la sociedad, y colaborar en el desarrollo del talento en Galicia, es el movimiento social ‘ensaia’, y la beca que por tercer año consecutivo han logrado poner en marcha las personas (pingas, según llaman a sus donantes) que, de forma voluntaria, forman parte de esta comunidad. Un movimiento social que fue seleccionado en 2018 por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como uno de los 25 proyectos para el cambio social.
Según explica su impulsor, el doctor en comunicación Javier Cebreiros, "cuantas más trayectorias consigamos impulsar cada año, más contribución hacemos a la siguiente generación; es un movimiento lento, pero exponencial. Galicia rebosa talento, el objetivo es localizarlo, visibilizarlo y, dentro de lo posible, apoyarlo", sostiene.
La beca ‘ensaia’ consiste en una aportación de 6.000 euros para invertir en la trayectoria profesional de un joven gallego. Está dirigida a personas de entre 21 y 35 años y, en su tercera edición, el plazo de presentación de proyectos estará abierto hasta el próximo 20 de noviembre.
En esta edición, el número de donantes ha crecido un 30% hasta las 130 "pingas" de 16 países que harán posible esta aportación económica. "Tras el éxito de la edición de 2022, con más de 70 candidaturas y finalistas de gran repercusión, talento y diferentes perfiles, ahora se busca llegar a más personas con un fin muy claro: apoyar el mayor número de trayectorias", explican los impulsores de esta iniciativa.
Invertir en futuro
Una de las principales características de esta beca "diferente" es la independencia y la libertad creativa que ofrecen a aquellos interesados en presentar su candidatura. Muestra de ellos son los finalistas de la pasada edición, entre los que se encuentran, entre otros, un cineasta que buscaba estrenar filme, un deportista con la motivación de ir a los Juegos Olímpicos, una emprendedora con vocación de crear un espacio en el rural o la finalmente ganadora Nuria Vilán, que quiere crear poesía en gallego.
"El trabajo que estamos haciendo como comunidad se verá dentro de 10, 20 o 30 años; por eso es importante mantener nuestro sentido de contribución", destaca Javier Cebreiros.