Aficionados o no a los juegos de mesa, hoy en día resulta casi imposible encontrar a alguien que no haya escuchado hablar o incluso guarde con cariño en su casa un tablero del Monopoly, uno de los juegos más vendidos de toda la historia del entretenimiento. No es de extrañar, por tanto, que el origen detrás de este juego de mesa ambientado en la comarca do Morrazo esté relacionado, precisamente, con el hallazgo fortuito de una vieja caja de este clásico de la compra y venta. Lo cierto es que la falta de piezas de dicha reliquia de la infancia hizo encender una bombilla en las cabezas de Paula Pastoriza y Pedro Meira, quienes con una buena dosis de ingenio y creatividad se lanzaron a la aventura de reeditar la edición recuperada. "Aprovechamos los componentes para hacer una versión jugable, pero relocalizada", rememora Pedro sobre los que, sin saberlo, se convertirían en los primeros pasos en el desarrollo del "Tes terras? O Morrazo".
De no ser por la puesta en marcha de las jornadas de Ghallufadas en Bueu ―un evento centrado en promover la lengua gallega en los juegos de mesa y rol―, la idea de este Monopoly a la gallega no se hubiera llegado a materializar. "Coincidió que uno de los organizadores tiene una tienda cerca de nosotros (…) Más a nivel anecdótico que otra cosa le dijimos que teníamos esta versión redactada y nos animó a preparar un juego nuevo aprovechando lo que ya teníamos", explican los ideólogos del Tes terras?. Así, en un intervalo de apenas dos semanas, esta dupla de gallegos se valió de sus conocimientos y formación en diseño gráfico y de videojuegos para convertir aquel formato casero en un prototipo listo para enseñar al mundo. Una variante de lo más divertida e intuitiva para "lanzarse á conquista do Morrazo, unificar todos los concellos e parroquias e mover cuantos marcos sexa preciso".
Un mercado, sucesos y hasta "mover los marcos" para ganar
Si bien la tipología de este juego de compra y venta se asemeja a la del Monopoly original, en el Tes terras? los jugadores no tendrán que arruinar a sus contrincantes para hacerse con la victoria. "Queríamos aprovechar un poco esa esencia que tiene el Monopoly al nivel de que es muy accesible e intuitivo para todo el mundo", apunta Pedro, encargado de la jugabilidad de esta versión gallega en la que el ganador es el primero que consigue acumular 20 puntos. "Una de las diferencias principales es que aquí quisimos jugar con el tema de la combinatoria. Cada uno de los terrenos tiene una serie de características que están relacionadas con datos reales de densidad de población, si son de costa o interior…", aclaran ambos creadores. "La idea es que si un jugador tiene, por ejemplo, varios terrenos de interior, estos pueden sumar más puntos que el tener zonas sueltas", agregan.
Otra de las particularidades de esta versión morraceira tiene que ver con el bautizado como "mercado", un elemento que aparece al final de cada turno completo de partida y que puede cambiar ―para bien o para el mal― el futuro de los participantes dentro del juego. "En cada turno se van poniendo diferentes cartas sobre la loseta de mercado y los jugadores pueden comprarlas si quieren", afirma Paula, responsable del diseño y la parte estética. "Esto es interesante porque así el juego no solo se centra en ganar tierras sino que hay otras formas de seguir sumando puntos. Tú puedes, por ejemplo, ponerle un hórreo a una tierra que hayas comprado y entonces así se sumaría otro punto". Estas cartas no sólo permiten ir ganando puntos adicionales sino que hay algunas que incluso pueden modificar los propios atributos o características de una tierra.
Al margen de las cartas combinatorias, otro de los elementos que afectan de forma directa a la jugabilidad del Tes terras? tiene que ver con los sucesos que aparecen en el mercado. Es decir, adquirir un cartón en una ronda podría provocar que un evento acabase perjudicando o beneficiando al propio jugador o su rival. Además, también resulta interesante el hecho de que cada uno de los ayuntamientos del tablero se encuentra asociado con una localización de interés que representa alguno de los rincones más emblemáticos de la comarca do Morrazo, entre ellos Cabo Home (Cangas), la Isla de Ons (Bueu), el Lago de Castiñeiras (Marín) y la Poza da Moura (Moaña).
En el horizonte más próximo del "Tes Terras?"
Por lo pronto, según avanzan sus creadores, esta versión prototipada del Tes Terras? O Morrazo se encuentra todavía en proceso de preproducción. "Ahora mismo estamos intentando ajustar todo el tema de presupuestos, viendo la viabilidad para determinar un precio razonable que pueda cubrir, por lo menos, los gastos de producir el juego", aclara Pedro. Para materializar este sueño ambos emprendedores ya se han puesto en contacto con una imprenta de Ourense llamada Imgrafor, y con Ouril Games, la empresa de Beluso (Bueu) encargada de realizar las primeras figuritas del juego beta. De hecho, los ideólogos de este proyecto tampoco descartan que en un futuro puedan existir versiones ambientadas en otras regiones tanto de dentro como de fuera de las fronteras gallegas.
Por otro lado, y si bien es cierto que sus creadores no disponen todavía de una fecha concreta para el lanzamiento del juego de mesa, aquellos jugadores más ansiosos por probar esta especie de modalidad gallega del Monopoly tienen la oportunidad de hacerlo ya en la sección de juegos la tienda de Gáidil, ubicada en el número 14 de la Rúa de Pazos Fontenla en Bueu. Además, tanto Paula como Pedro reconocen que mientras el juego no llegue al mercado, la idea es poder exhibir esta versión mejorada y prácticamente definitiva del Tes Terras? O Morrazo en una nueva edición del Ghallufadas y otros eventos como la Comic-Con de Moaña.