Una marca gallega que diseña y fabrica en Nigrán está revolucionando el mundo del deporte: han creado una mascarilla deportiva perfecta para realizar cualquier disciplina, que permite una respirabilidad mucho mayor que otras del mercado y que se ajusta perfectamente a la cara.

Su IdawenMask 2.0 ha sido creada a partir de un tejido antibacteriano y antivírico creado por el CSIC y Bioinicia. Gracias a su composición asegura la comodidad y la seguridad del deportista que la utilice, ya que cumple con las exigencias de entrada de oxígeno necesarias filtrando las bacterias.

Mascarillas 2.0

Idawen lleva en marcha varios años y se dedica a la fabricación de textil deportivo, tanto ropa como complementos. "Cuando llegó la pandemia nuestro negocio se vio muy afectado, igual que todos, y tuvimos que reinventarnos. En nuestro caso quisimos dar una solución en el ámbito deportivo, que protegiese al deportista y a los demás", dicen desde la empresa. "Las necesidades del deportista son distintas porque una mascarilla debe adaptarse a las necesidades de oxígeno del ejercicio y debe ser ergonómica y confortable", añaden.

Desde Idawen cuentan que se pasaron todo el verano investigando, no tanto los tejidos porque era un campo que ya dominaban, sino todo lo relacionado con los filtros y la protección eficaz contra la Covid-19. "No buscábamos fabricar un quitamultas, queremos algo que proteja a nuestros deportistas y a la gente que los rodea, y que esta protección no implique perder capacidad pulmonar".

Idawen Sports

Así descubrieron el tejido creado por Bioinicia y el CSIC, que es un filtro de nanopartículas antibacteriano y antivírico que no resta respirabilidad a la mascarilla. "Antes de fabricar las 2.0 creamos unas con válvulas de exhalación que cumplían con las primeras normativas, pero luego la normativa fue cambiando y nosotros también vimos que algunos deportes no podían hacerse con este tipo de mascarillas", apuntan.

Aquellas primeras mascarillas contaban con válvulas "desmontables" que se ajustaban con clips metálicos, que en muchas ocasiones podían hacer daño al deportista si éste se caía o chocaba contra algo con ella puesta. El tejido del CSIC les permitió crear un modelo plano y con un filtro incluido, válido para cualquier persona.

"Hacemos mascarillas para todo tipo de deporte federado: patinaje artístico, kárate u otras artes marciales, running, baloncesto… incluso hacemos máscaras para árbitros, que tienen que tener el silbato dentro de la boca durante todo un partido", explican desde la compañía con sede en Nigrán. Sus mascarillas tienen más separación entre la boca y la tela, por lo que no se pegan a la cara cuando se inhala y permiten que los árbitros puedan tener el silbato metido dentro de la máscara.

Comodidad y certificación anti-Covid

"A través de Bioinicia, el CSIC investigó y desarrolló un tejido que nosotros hemos incluido en nuestras IdawenMask 2.0, basado en nanofibras. Al ser un tejido tan fino el filtro es diez veces más pequeño que un filtro convencional, por lo que filtra bacterias mucho más pequeñas y conforma una tela muy ligera", subrayan en la firma gallega. Esta es la capa "intermedia" de las nuevas mascarillas de Idawen, que también evita que se forme condensación o calor.

El ajuste de la mascarilla también es diferente al que solemos ver, pues va abrochada sobre la nuca y tiene una tira que se coloca en la cabeza para asegurar el agarre. "Este tipo de ajuste lo decidimos escuchando a deportistas que hacían disciplinas de contacto como artes marciales, en las que a veces se enganchaban las orejas y se hacían daño o directamente perdían la mascarilla, eliminando también la seguridad", cuentan en Idawen.

También está pensada para que tenga una gran durabilidad: "no es necesario un lavado continuo, suponiendo que la utilice alguien que haga 2-3 horas de ejercicio diario puede lavarla semanalmente y solo ventilarla entre cada puesta. Así nos aseguramos que la mascarilla dura hasta 400 horas, unos cinco meses de uso", afirman desde la compañía. Lo que es muy importante es que se lave a mano y con productos recomendados por el Ministerio de Sanidad, para no dañar el filtro y que la seguridad frente al contagio no disminuya.

La Xunta también ha invertido en este proyecto innovador

El impulso económico también partió de la Xunta de Galicia, que aportó casi 32.000 euros al proyecto de Idawen. Como parte del programa Galicia Exporta Digital, la delegada territorial de la Xunta en Vigo, Marta Fernández-Tapias, reconocía recientemente la labor de esta empresa de Nigrán.

La compañía forma parte de las 57 pymes beneficiarias del área de Vigo que han recibido un total de 1,9 millones de euros para mejorar la competitividad del tejido empresarial vigués entre las dos convocatorias. Este año, además, se ha adaptado el programa al contexto económico actual y se ha tratado de reactivar la economía impulsando empresas que hayan tenido que enfrentar mayores dificultades a raíz de la pandemia.