La Federación Gallega de Empresas Inmobiliarias informaba hace unos meses que en la comunidad existen alrededor de 600 viviendas ocupadas de forma ilegal. Además, los expertos aseguran que se trata de una problemática que va en aumento y, aunque exista una solución jurídica, la recuperación de la vivienda puede alargarse en el tiempo y suponer un coste económico importante para el propietario.
Para dar respuesta a esta casuística, la correduría de seguros del Grupo Alvariño, Riescontrol, ha sacado al mercado un innovador producto que trata de paliar los efectos de la ocupación ilegal y que está dirigido a inmobiliarias y agentes de la propiedad.
"Este producto surge a raíz de las problemáticas que veíamos que tenían nuestros clientes en segundas viviendas o incluso primeras viviendas cuando salían de vacaciones. Empezamos dando solución a nivel particular creando un producto con una tarifa muy pequeña -una prima de unos 36 euros al año- para que cualquiera pudiera tener cubierto este supuesto, pero con el tiempo vimos que había personas que tenían sus viviendas en el mercado, en venta o en alquiler, pero que estaban gestionados por inmobiliarias y que ante estos hechos no podían ayudar a sus clientes", explica María Jesús García Osorio, responsable del departamento de riesgos personales de Riescontrol.
Para dar servicio a estos grupos inmobiliarios, desde Riescontrol han creado un producto de defensa juridica con el que estas empresas pueden proteger toda la cartera de inmuebles que gestionan con una sola póliza.
"Está pensado para cubrir los gastos judiciales asociados a un deshaucio: contratación de un abogado, agentes judiciales, procuradores, y todo lo que pueda hacer falta para reclamar la recuperación de la vivienda del propietario. También está cubierta la reclamación de los daños que se hayan ocasionado en el inmueble durante esa ocupación ilegal. Y cuenta con un servicio de asistencia jurídica telefónica que la compañía pone a disposición de los propietarios en prevención de cualquier tipo de litigio que pueda surgir, para consultar dudas legales de cualquier tema sobre esta vivieda", señala García Osorio.
Buena acogida
Según destacan desde Riescontrol esta nueva apuesta está generando un gran interés entre las compañías inmobiliarias. "Es una manera de proporcionar un valor añadido a sus clientes y darles seguridad a la hora de poner su casa en alquiler. Nos encontramos propietarios que son reacios a alquilar por miedo a lo que pueda pasar, así que de momento nos están pidiendo mucha información al respecto. Es muy novedoso", sostiene la responsable de riesgos personales de la compañía.
En el momento en el que se ponen los carteles, los anuncios en las viviendas para las ventas o alquileres de los pisos nos encontrábamos también una problemática, y es que "esos anuncios eran un expositor para la gente que quería okupar viviendas", cuenta María Jesús.
Aunque, por suerte, la ocupación ilegal no es algo frecuente, la responsable de riesgos personales de Riescontrol subraya que los propietarios que se ven afectados por estos hecho sienten una enorme impotencia. "A lo mejor esa persona usa el alquiler para complementar su pensión o los ahorros que tiene y de repente se encuentra en una situación en la que deja de percibir unos ingresos que puede necesitar para mantener su nivel de vida; y no solo esto sino que incurre en gastos".
Prima por facturación
El coste de esta novedosa póliza varía en función de la facturación de la empresa inmobiliaria que la suscribe, partiendo de una prima mínima anual de 166 euros para agencias con facturación menor o igual a 50.000 euros, incrementándose por tramos hasta los 973 euros para aquellas agencias que facturan hasta 500.000 euros.
Desde Riescontrol destacan también que la problemática de los okupas se está concentrando mucho en las grandes ciudades, no tanto en el extraradio o en zonas poco pobladas, sino donde hay mayor densidad de población. "Y el anuncio de una vivienda vacía en alquiler o en venta no deja de ser un reclamo. Nosostros, como aseguradores, vemos los problemas que tienen nuestros clientes y el impacto económico que tiene en sus cuentas para tratar de aportar una solución para paliarlos", sostiene María Jesús García.
"Lo que vemos con nuestros clientes que les ha sucedido, no solo la ocupación ilegal, sino de impagos de alquiler y demás, es una sensación que tienen de impotencia, lo que nos suelen transmitir es una sensación de absoluta desprotección, de no saber qué hacer, es una situación, cuando se da, que es muy muy desagradable, no deja de ser un bien que es suyo y se sienten muy desamapados y agradecen mucho toda la ayuda que se les presta", concluye.