El conflicto bélico junto con la crisis energética está dificultando la actividad económica en toda la Unión Europea. Entre una de las muchas empresas perjudicadas se encuentra Aceites Abril quien debe afrontar el impacto de dicha situación a todos los niveles. Según explica la compañía, algunos de los principales problemas son la escasez de girasol, la negativa de las aseguradoras a coberturas adicionales para operaciones en mercados próximos, las implicaciones logísticas del cierre de los puertos en Ucrania o el incremento en fuentes de energía como gas, petróleo y electricidad.

Ucrania y Rusia son los dos primeros fabricantes mundiales de aceite de

girasol, representan respectivamente el 38% y el 31% de la producción mundial de este producto. En el caso de España, hasta un 70% de las importaciones de aceite de girasol proceden de Ucrania, el denominado granero de Europa, lo que supone aproximadamente unas seiscientas mil toneladas al año.

"La escasez de girasol conllevará un incremento de coste de la materia prima. Este desajuste entre oferta y demanda obligará a industria y consumidores a buscar alternativas, entre las que se encuentran diferentes tipos de aceites vegetales, cuya mayor demanda puede influir en un incremento de su precio", explican en la firma ourensana.

Alternativas

La empresa familiar ourensana trabaja en el desarrollo de nuevas alternativas en aceites vegetales saludables a la mejor relación calidad-precio y como respuesta a un precio alto del aceite de girasol.

En Aceites Abril hacen hincaié en que "los consumidores pueden optar por aceites vegetales alternativos como los clásicos aceites de oliva u opciones en aceites de semillas, especialmente pensados para cualquier tipo de cocina, o el aceite de orujo de oliva, que proviene del olivar y es muy recomendable para frituras", señalan desde la firma gallega.