A día de hoy en todo el territorio existen unas 4.500 explotaciones apícolas, de las cuales cerca de 300 viven únicamente de la producción de miel. Lo que quizás no muchos sabían es que Galicia posee unas condiciones naturales excepcionales (como las peculiaridades del clima, el suelo y la vegetación) para la producción de este alimento ecológico, o al menos hasta la irrupción más drástica del cambio climático. Las variaciones globales del clima en la Tierra están afectando de manera directa a las cosechas anuales gallegas, las cuales escasean cada vez más debido, principalmente, a la inestabilidad meteorológica que dificulta la floración.
Con todo, y aunque la Miel de Galicia presenta una denominación única, la variedad de productos en el mercado se manifiesta a través de diferentes sabores y texturas en función de las flores que dan origen a esta substancia natural de aroma suave y sabor dulce. Lo cierto es que una gran mayoría de la miel gallega es de milflores, esto quiere decir que en su proceso de elaboración no predomina un único semillero sino que esta procede de diferentes flores situadas en los alrededores de las colmenas. No obstante, también es común encontrar deliciosos tipos de miel monofloral (de eucalipto, castaño, brezo, zarzamora…) bajo la Denominación de Origen de Galicia.
En cualquier caso, no hay dudas que el universo de la miel en Galicia conforma un auténtico tesoro que proyectos como el de Apípolis ayudan a entender y divulgar. Este centro para la comprensión de las relaciones existentes entre los seres humanos y las abejas situado a las afueras de la ciudad de Pontevedra permite a sus visitantes descubrir los entresijos de los procesos naturales de la miel y mostrar la importancia que estos animales tienen para el ser humano y el medioambiente.
El mundo de la apicultura en Apípolis
Más conocida como la ciudad de las abejas, Apípolis es un espacio interactivo donde las personas pueden experimentar y descubrir de una forma diferente el mundo de la apicultura en Galicia. Las instalaciones en cuestión se localizan a las afueras de la Boa Vila, en la parroquia de Santo André de Xeve y pueden ser visitadas por grupos, escolares y familias bajo reserva previa en la temporada que va desde el 1 de marzo hasta el 31 de octubre. El resto de meses del año el espacio cierra sus puertas debido a la baja actividad que muestran estos diminutos animales durante dicho periodo.
Pero, ¿qué es exactamente Apípolis? Tal y como aseguran los impulsores del proyecto, el objetivo principal del mismo es "mostrar, mediante las relaciones entre las abejas y los seres humanos, la importancia de estas para nosotros y para el medio en el que nos desenvolvemos". Para ello, el centro dispone de una detallada exposición dividida en diez módulos diferentes y más de una treintena de actividades relacionadas con el mundo de la apicultura. Las instalaciones de Apípolis ocupan una propiedad de 10.000 metros cuadrados de superficie, equipadas con salas de exposiciones, zonas de esparcimiento y ocio (incluida una pistad e minibasket), varias salas de usos múltiples y talleres dedicados a la realización del grueso de actividades. Además, en el recinto también se emplaza una tienda de productos ecológicos exclusivos de Apípolis así como otros relacionados de alguna forma con las abejas.
Sobre la parte más divulgativa de este proyecto pontevedrés es importante destacar el caso particular de los diez bloques temáticos en los que se divide la exposición permanente de Apípolis. Unos bloques representados en salas individuales en las que se da a conocer un objetivo específico de cada vez: las abejas, la reina, la polinización, las abejas y el medio, las abejas y la alimentación, el jardín melífero, el apiario, la apicultura, los productos de las abejas y por último, las abejas y la cultura. Dichas salas están previstas de programas de autoevaluación, multicarteles, vídeos e incluso maquetas a tamaño real, pero también disponen de rincones tan interesantes como la estructura del apiario, un pasillo acristalado donde los visitantes pueden observar los colmenares de una forma totalmente segura. Otra sección interesante dentro de Apípolis lo conforma la sala seis y su jardín apícola, un lugar en el que se muestran algunas de las plantas utilizadas por las abejas para recoger el néctar, el polen, los propóleos o las melazas.
Las modalidades de visita del centro
En la actualidad Apípolis dispone de tres modalidades de visita distintas para centros educativos, familias y grupos organizados. En el primero de los casos los escolares pueden disfrutar de actividades que van desde la exposición autoguiada a la visita al apiario, juegos de animación o la realización de talleres como la preparación de galletas con miel que más tarde se podrán llevar a sus casas. En el caso de las familias, el centro ofrece dos modelos de estancia: la visita al apiario y la exposición o la visita de media jornada con el procesado de la miel y la cera. Por su parte, los grupos organizados (asociaciones, excursiones turísticas, gruposd e la tercera edad…) incluye una charla-presentación sobre el universo de la apicultura, una visita completa a la exposición y una degustación final compuesta por una variedad de mieles de la zona, polen, caramelos, licor de miel, galletas de miel, chocolate con miel, pan marinero con requesón y miel.