El sueño de que la startup de motos eléctricas Velca ahonde en sus raíces gallegas parece desvanecerse. Desde hace un par de años, la intención de su CEO, el caldense Emilio Froján, era la de construir en Galicia una planta de ensamblaje para sus vehículos de dos ruedas y traer a su tierra su sede social. Pero el silencio de las instituciones gallegas y la apuesta firme de Andalucía por la firma de mobilidad sostenible alejan cada día más esa posibilidad.
Según ha podido saber este medio, el fondo andaluz Sherry Ventures ha entrado con fuerza en la negociación para llevarse el proyecto a su comunidad autónoma y, como indican fuentes cercanas a la operación, "ha cerrado en dos meses una operación con la que la Xunta llevaba dos años encima de la mesa". De hecho, Froján siempre ha reconocido que, a pesar de que su opción preferencial era Galicia, otras comunidades autónomas habían mostrado interés en el proyecto.
Por el momento, estaría cerrado el traslado de la sede social de Velca a Andalucía, aunque la primera planta de ensamblaje de la compañía en España, permanecería pendiente de conocer su destino final.
Desde que esta startup de alma gallega vio la luz en febrero de 2020 con sede en Madrid, la intención de Froján siempre ha sido la de regresar a Galicia, ya que tanto inversores como miembros del Consejo de Administración son gallegos. El primer acercamiento fue el de crear un equipo comercial y una delegación de compras en la Comunidad Autónoma, y como reconocía a principios de 2022 en este medio, estaban en conversaciones "muy ilusionantes" que podrían facilitar que "Velca trasladase a Galicia su sede y crease un nuevo centro de ensamblaje".
El objetivo era instalarla en el polígono de Porto do Molle, en Nigrán, en el que esperaban ensamblar hasta 2.400 motocicletas al año (cifra que cuenta con completar en el 2025) y donde se crearían unos 40 puestos de trabajo en los tres primeros años y hasta 70 en su primer quinquenio en la región.