La compra de vivienda es, por norma general, el gasto más importante que hace una persona a lo largo de toda su vida. Por lo tanto, elegir la ubicación y el tipo de vivienda, además de tener claro cuáles son nuestras posibilidades y adaptar nuestros ingresos al pago de la hipoteca serán aspectos fundamentales para que la adquisición sea satisfactoria.

A la hora de elegir nuestro modelo de casa, y dónde asentarnos, hay tantos consumidores como tipos de inmuebles… Los más urbanitas buscan el centro de la ciudad o municipio, con la mayor parte de los servicios a mano, salir a la calle y tenerlo "todo cerca". Pero son muchos (y quizás la pandemia haya incrementado su número) los que buscan respirar el aire más puro posible, el contacto con la naturaleza al abrir la persiana cada mañana o, por qué no, unas vistas privilegiadas al océano.

Aunque muchas veces las zonas costeras, con deseadas playas para disfrutar del periodo estival por todo lo alto, acaban convirtiéndose en las zonas con menor oferta y precios más elevados, como es el caso de la localidad pontevedresa de Sanxenxo, también es cierto que hay opciones en la costa menos masificadas y con gran encanto, que pueden convertirse el lugar ideal para residir.

En la provincia de Pontevedra, y según los últimos datos registrados por el portal inmobiliario Idealista, el precio medio para la compra de vivienda en el mes de abril se situó en los 1.621 euros por metro cuadrado. Sin embargo, la diferencia de precios entre los municipios de esta zona de Galicia son considerables; si Vigo, Baiona, Sanxenxo o Nigrán, pueden superar con creces esta cifra, hay localidades que, aún manteniendo la identidad costera, no superan los 900 euros por metro cuadrado.

Así, O Rosal o A Guarda, dos municipios con vistas al Atlántico y al río Miño, donde la naturaleza en su máximo esplendor es uno de sus grandes atractivos, cuentan con precios mucho más asequibles, donde el coste por metro cuadrado se situaba el pasado mes de abril en los 844 y 880 euros respectivamente. Estos dos ayuntamientos se convierten así en una opción de residencia para muchos que buscan alejarse del bullicio de la gran ciudad y que apuestan por lugares más tranquilos, sin renunciar a la belleza del entorno.

Región vitivinícola o de tradición pesquera

O Rosal, la localidad costera más barata de la Rías Baixas para comprar una vivienda en la actualidad según los últimos datos de Idealista, es un municipio del Baixo Miño que en 2023 contaba con algo más de 6.400 habitantes (datos del Instituto Nacional de Estadística).

Se trata de una zona de tradición vitivinícola que permite disfrutar de la costa más salvaje como una ventana al atlántico, o de playas fluviales con vistas a la vecina Portugal. Miradores, senderos o conjuntos etnográficos de gran riqueza completan las posibilidades de una de las localidades con mayor encanto del sur de Galicia.

Con 9.998 habitantes al cierre de 2023, A Guarda es el municipio costero gallego situado más al sur de la comunidad. Cuenta con joyas históricas como el castro celta de Santa Tecla y con una importante tradición marinera, además de una de las fiestas gastronómicas más deseadas de la comunidad y con más de 30 años de historia, la Fiesta de la Langosta.

Sin duda, estos dos municipios pueden ser interesantes alternativas para fijar la residencia al sur de la comunidad gallega, donde el precio puede ser el reclamo inicial pero su historia y su naturaleza, los grandes motivos para disfrutar de uno de los rincones con más encanto de Galicia.