VIGO, 25 Oct. (EUROPA PRESS) –
Al menos 9 inversores se han posicionado (hasta la pasada semana) para adquirir el astillero Hijos de J. Barreras y han remitido a la empresa sus ‘manifiestos de interés‘ y ofertas indicativas, que no son vinculantes, según han confirmado fuentes de la compañía.
En todo caso, esa cifra de potenciales compradores puede ser incluso mayor, toda vez que el plazo para presentar ofertas se termina este lunes, aunque la empresa ha eludido concretar si ha habido más inversores interesados de última hora.
A partir de ahora se abrirá otra fase en el proceso de venta del emblemático astillero vigués, ya que la compañía (en este caso la consultora Kroll, contratada por Cruise Yatch YardCo, dueña de la empresa) debe hacer una criba para seleccionar a los candidatos finales.
Una vez confeccionada esa ‘short list‘, los inversores interesados deberán presentar ya las ofertas vinculantes y se abrirá un proceso de auditoría (‘due diligence‘). En este trámite, han trasladado desde el astillero, se priorizará el plan industrial que los compradores presenten.
Complicado proceso de venta
La consultora encargada de poner a la venta Barreras inició este proceso a finales de verano, con la distribución de un documento de venta entre decenas de empresas y potenciales inversores, nacionales e internacionales. Se trataba en su mayoría de astilleros y empresas vinculadas a las construcción naval, pero también firmas relacionadas con la eólica ‘offshore‘.
La empresa no ha querido desvelar el precio de venta del astillero, aunque el sector da por hecho que esa cifra será simbólica, teniendo en cuenta las "cargas" que pesan sobre Barreras (deudas pendientes, patrimonio negativo y litigios iniciados por Havila y Armas, por proyectos que no se llegaron a finalizar). Además, el precio variará en función de si los inversores se quedan con Barreras y con sus contingencias, o si solo están interesados en la unidad productiva.
La empresa, que ahora está gestionada por el fondo Kroll, se encuentra sin actividad desde que el Evrima abandonó su grada en la pasada primavera. De hecho, la práctica totalidad de su plantilla está afectada por un ERTE que se aprobó el pasado mes de julio (solo con el respaldo del sindicato UGT).