Tras 15 días de permiso retribuido, los trabajadores de Vigo de la auxiliar del naval Soling Instalaciones han recibido la comunicación de que el nuevo dueño de la empresa llevará a cabo un expediente de regulación de empleo (ERE) a través de un WhatsApp.
Según fuentes sindicales consultadas por Europa Press, fue a principios de febrero cuando la nueva dirección mandó a los 77 trabajadores a su casa con un permiso retribuido para, inciden, ganar tiempo para organizar la empresa.
Este pasado domingo, a un día de finalizar el permiso, los tres delegados sindicales de la empresa, pertenecientes a la CIG, recibieron un WhastApp en el que se les informaba de la intención de comenzar un ERE extintivo. Además, les remitían a un despacho de abogados para recibir más información en un número de teléfono que acompañaba al mensaje.
"Lamentamos profundamente las molestias que esta situación pueda ocasionarles y agradecemos su comprensión y colaboración durante este proceso", indicaba el mensaje recibido, que señalaba que el objetivo del inicio de los trámites de un ERE era el de reestructurar la empresa y "minimizar en la medida de lo posible el impacto" de esta medida.
Venta "fraudulenta"
El secretario comarcal de Industria de la CIG, Xulio Fernández, ha definido esta acción como "un cachondeo absoluto sin sentido" y ha solicitado a la empresa a sentarse con los delegados de personal para negociar las condiciones en caso de querer iniciar un ERE, como exige la legislación vigente.
Según Fernández, la venta de la auxiliar fue "fraudulenta" para cerrar la empresa "de cualquier forma" y que los trabajadores de Gijón y País Vasco fueron avisados de que tenían que volver porque se dejaron de pagar los alquileres de los pisos en los que vivían. Por su parte, los trabajadores de Vigo continúan acudiendo a la sede de la empresa cada día, aunque las instalaciones están cerradas y las cerraduras han sido cambiadas.
"Nuestra sorpresa fue que se presentó en las instalaciones una persona diciendo que era el nuevo propietario y que nos mandaba 15 días para casa", indicaron en su día los operarios, que lamentan el desconocimiento sobre la venta y la situación de la empresa, aunque el anterior dueño reconoció ciertos problemas que se resolverían antes de Semana Santa.
Ante estos hechos, se han puesto en contacto con Inspección de Trabajo para darle a conocer los hechos. Además, han indicado que las nóminas del mes de enero todavía no han sido abonadas.