La curiosidad no solo mató al gato, también impulsa a las personas a redefinir el status quo y así generar valor. Rubén Ferreiro lo tiene claro, la curiosidad es una de las características esenciales en una persona emprendedora.
Rubén es uno de los emprendedores e inversores gallegos más activos. Actualmente es el CEO de la Digital-Business Factory VIKO, también, fue el CEO de Elogia durante 12 años y, a pesar de su juventud, es inversor de más de 20 startups entre las que destacan por ejemplo Glovo, Housfy, Cobee o Payflow.
Fundador de Lanai Partners, uno de los grupos de business angels más relevantes de España. Ahora están terminando de cerrar un fondo de inversión de 20 millones de euros que se llamará Lanai Ventures y va por muy buen camino.
Hoy, en Talento Rebende, entrevistamos a uno de los inversores Business Angel más conocidos del panorama nacional.
Pregunta: Sin duda estamos ante un gallego con un gran talento. Te criaste en Galicia, estudiaste en la Universidad de Santiago e incluso cursaste un Máster na terriña. ¿Fue difícil tener que marcharse? ¿Faltan oportunidades en Galicia para el talento que querías explotar?
Respuesta: En realidad, todo se resume en una búsqueda de crecimiento. Yo empecé en temas de publicidad online en Galicia demasiado pronto. Me encontraba en una situación en la que sentía que tenía mucho por aprender, y para ello, necesitaba rodearme de personas, entornos y empresas que me desafiaran y enriquecieran. Sentía que yo era el que más sabía de publicidad online en Galicia y, aunque me enorgullecía, mi ambición me impulsaba a explorar más allá. Era muy joven y creía que si me quedaba ahí, pues difícilmente podría crecer mucho más.
Así que, en una primera etapa, empecé a viajar constantemente, pasando largos periodos fuera de Galicia. Más tarde, con el nacimiento de mi hija, tomé la decisión de trasladar mi residencia a Barcelona.
P.: ¿Qué significa para ti emprender?
R.: Para mí, emprender es crear valor. Es solucionar una cosa, un problema o, simplemente, encontrar una forma distinta de hacer las cosas con el objetivo final de generar un impacto positivo para alguien.
Emprender es, en esencia, una actitud que implica curiosidad constante, para detectar oportunidades y tener la iniciativa de aprovecharlas para crear valor.
P.: ¿Vale la pena? Sabemos que los sacrificios son altos. ¿Cuál fue tu momento más duro como emprendedor o inversor y qué aprendiste?
R.: Por supuesto que vale la pena, es una experiencia de lo más gratificante y el nivel de aprendizaje que te llevas es único. Pero también es verdad que esto no es para cualquiera, se requieren ciertas cualidades, algunas de las cuales pueden ser innatas y otras que se desarrollan con el tiempo, ya sea en el ámbito profesional o personal.
Es necesaria mucha curiosidad para identificar problemas y plantearse soluciones alternativas a esos problemas y, luego, un nivel de resiliencia y de aversión al riesgo que no todo el mundo tiene. Creo que es sensato reconocer que no todas las personas valen para emprender.
Mi momento más duro fue en el año 2012. Elogia había experimentado un rápido crecimiento de la mano de dos clientes clave: Privalia y Groupalia, ambos en pleno auge. Pero perdimos la mayor parte del negocio de forma repentina por motivos externos. Groupalia cerró sus operaciones en toda Latinoamérica, y Privalia optó por internalizar parte de sus operaciones de marketing en ciertos mercados. Esto significó que perdimos aproximadamente el 60% de los ingresos de la compañía en cuestión de semanas.
Fue un momento muy duro. Tuvimos que afrontar una complicada negociación con todo el equipo. Decidimos intentar preservar todo el empleo, pero para ello teníamos que plantear una reducción salarial significativa, que prácticamente la totalidad del equipo decidió aceptar y seguir adelante con nosotros. Para mí, resultó ser uno de los momentos más reconfortantes de mi carrera, tanto a nivel empresarial como personal, porque pude comprobar que teníamos una cultura fuerte y un equipo realmente comprometido.
El hecho de que decidieran seguir a pesar de la reducción en sus condiciones les hizo tener un actitud mucho más ganadora e implicada con la empresa. Esta determinación nos permitió en poco tiempo dar la vuelta a la compañía, recuperar una parte sustancial del negocio perdido y volver a ser rentables. Y fue duro, pero muy reconfortante a la vez. Yo siempre digo que eso hizo a la compañía mucho más fuerte y que si no nos mató aquello, no nos mata nada.
P.: Hace poco publiqué una lista con los business angels gallegos más activos y me costó encontrarlos… ¿Por qué decidiste ser business angel? ¿Qué te motiva realmente?
R.: Para mí empezar a invertir fue un proceso muy natural.
Yo tuve la oportunidad de conocer muy bien el ecosistema emprendedor siendo el proveedor, tuve la suerte de trabajar mano a mano con los emprendedores de Privalia, Groupalia, La Nevera Roja y muchos otros. Esto me permitió entender el modelo de una startup y las posibilidades de éxito y rentabilidad de estas. A partir de ahí, por mi trabajo, estaba cerca de los emprendedores e incluso de los inversores, por lo que empezaron a surgir oportunidades y empecé a probar.
Pero, a parte de ver que hay una oportunidad de rentabilidad en proyectos que veo o que me proponen, lo que más me motiva de invertir en emprendedores y en startups es la posibilidad de aprender. Conociendo y hablando con emprendedores aprendes un montón y, además, te recargan de una energía muy positiva. Te rodeas de gente con unas ganas, una ambición, una positividad y una capacidad de ejecutar mucho con muy poco, que es como gasolina para mi día a día y para mis otros negocios.
P.: Tenemos un país con sus virtudes y defectos pero si pudieses influir de manera inmediata y eficaz en algún problema de España, ¿cúal sería?
R.: La educación y la difusión de la cultura emprendedora, creo que más allá de montar o no una empresa, fomentar la cultura emprendedora en la educación es cultivar una mentalidad que promueve la resolución creativa de problemas y la proactividad en la vida diaria. Esta mentalidad enseña habilidades críticas como la toma de decisiones, la gestión de riesgos y la adaptabilidad, promoviendo el trabajo en equipo y la colaboración. Además, empodera a las personas para asumir responsabilidades y ser agentes activos en la creación de oportunidades. A nivel social, una comunidad educada en emprendimiento es más resiliente y capaz de adaptarse a los desafíos. En última instancia, esto contribuye al bienestar individual y colectivo, siendo una inversión a largo plazo en el desarrollo sostenible y en la capacidad de un país para enfrentar los desafíos del futuro de manera efectiva.
Entrevista rápida a Rubén Ferreiro
Pregunta: Si solo pudieses comer una cosa durante todos los días de tu vida sería…
Respuesta: Comida japonesa.
P.: La canción que ahora mismo más estás escuchando es…
R.: La que todo el mundo escucha, Si no estás, de Iñigo Quintero, representado por nuestra participada Acqustic.
P.: Galicia para ti es…
R.: Mi hogar.
P.: Dime tres startups en las que invertirías sin dudarlo.
R.: Cobee, Payflow y Embat.
P.: Lo que más valoras de un emprendedor.
R.: La humildad.
P.: El próximo unicornio español será…
R.: YABA.
P.: La virtud que más valoras en las personas.
R.: La honestidad.