Hoy entrevistamos a uno de los emprendedores que más me han inspirado. Nos conocimos en un foro de emprendimiento social en Florencia allá por 2018 y desde entonces, uña y carne. Realiza habitualmente un cuestionamiento profundo de las empresas y aplica técnicas organizativas valientes e innovadoras.
La rebeldía puede generar grandes cambios y aquí hablamos con rebeldes que están ya transformado el mundo con lo que hacen. Hoy nuestro invitado nos hablará, entre otras cosas, de cómo la tecnología puede revolucionar la presión impositiva o incluso evitarla.
El invitado de hoy es el nuevo CEO de Stamp y a pesar de solo llevar 6 años emprendiendo tras una larga etapa como directivo en diversas tecnológicas ha sido también fundador de otras startups como Impact Hub Málaga, Woonivers o Arze e inversor en varias compañías .
Hablamos con uno de los emprendedores más disruptivos de nuestro país: Abel Navajas.
Pregunta: ¿Qué es Stamp?
Respuesta: Stamp ofrece a las tiendas una solución tecnológica para que puedan vender directamente sin IVA a los compradores fuera de los aeropuertos, llevando esta opción a todas partes, ya sea en una pequeña tienda en la montaña, una junto al mar, o en un gran centro comercial en la ciudad.
Stamp no quiere ser un gestor más de devolución de IVA, los conocido como Tax Free, sino que desafía el status quo eliminando la carga impositiva directamente en el momento de la compra, saliendo de la tienda sin haberlo pagado y sin las dudas típicas de si finalmente se lo devolverán o no y a qué precio. Da máxima tranquilidad al comprador siendo un ‘Tax Free real’.
De este servicio ya se benefician los que visitan Italia desde fuera de la UE, y miles de compradores nos usan mensualmente tanto para comprarse un reloj Omega en Milán, como un colgante fabricado por un orfebre local en alguna pequeña calle escondida de Venecia o para comprar productos caseros de KM 0 en las tiendas de toda la vida de los alpes italianos.
P.: ¿Consideras tu empresa un medio para mejorar la vida de las personas? ¿Cómo lo hace?
R.: Poder generar impacto positivo directo en las personas o en la sociedad es para mí algo fundamental, y un requisito en los proyectos en los que me embarco. Stamp no es menos al llevar a todos los comercios un servicio hasta hoy casi exclusivo a grandes empresas y aeropuertos. Un pequeño productor de embutidos o quesos, independientemente de dónde esté, puede beneficiarse de al menos las mismas ventajas de vender con menor presión fiscal que uno que fabrica y vende lo mismo pero en una tienda exclusiva de un aeropuerto o centro comercial de lujo con el que llegó a un acuerdo, que difícilmente será un pequeño productor al no poder cubrir con los mínimos que se exigen en dichos espacios.
Según nos han contado las tiendas que venden con Stamp, el 91% afirman haber podido vender más y por más valor gracias a hacerlo directamente sin IVA. Por tanto, si en Italia el turismo representa más del 12% del PIB y emplea a millones de personas (igual que en España), imagínate la cantidad de personas que a partir de ahora podrán beneficiarse… con todo el respeto, no es lo mismo comprar un producto artesanal directamente en el lugar donde se ideó y creó con mimo, que a cientos o miles de kilómetros junto a otros muchos, aunque el espacio tenga encanto.
El sur de Europa lo mueven pymes, y Stamp es una solución más que ha nacido gracias a la transformación tecnológica para que las pymes puedan competir con grupos globales. Si el e-commerce y la revolución de la logística de última milla ha acercado eficientemente productos desde orígenes recónditos a todo el mundo, y los pagos digitales seguridad transaccional en éstos, Stamp aporta un extra al permitir vender más y con mejor margen.
P.: Si tuvieses influencia absoluta para cambiar una cosa en el mundo, ¿cúal sería?
R.: El modelo global de acceso a la educación. Un modelo phygital, donde haya una parte gestionada por los estados como hoy en día ocurre y que sería más física, y otra más digital que una todos lo estados y pueblos, común a todos los humanos en su lengua materna y en donde haya un contenido transversal común de valores, ética, historia… un espacio donde el humano entienda y respete lo humano. Creo que esto nos generaría a la humanidad grandes beneficios; mejor acceso y más igualitario a los trabajos globales, un mayor grado de empatía y de respeto a las numerosas diversidades, ya sean culturales, lingüísticas, religiosas, de género, etc.
P.: Trabajas en el sector fintech y, concretamente, revolucionando el sector de los impuestos. ¿Crees que hay mucho que trabajar en este ámbito? ¿Consideras proporcionado el sistema impositivo actual?
R.: Muchísimo, el sector de los impuestos es todavía de los más opacos y complejos que existen, quizás intencionadamente, pero en un mundo donde los movimientos y la comunicación es cada día más accesible y transparente debería de haber cambios por el beneficio de todos. De hecho, en paralelo a la vertical Fintech, nació una subdivisión llamada Taxtech.
El mundo siempre se estructuró en diferentes niveles de democracia y de modelos económicos, y en cada uno la estructura impositiva tiene un peso muy distinto. No es lo mismo Estados Unidos con un modelo de democracia liberal que el de la Unión Europeo que apuesta por el modelo de democracia social. Personalmente pienso que los modelos de democracia social necesitan de más cargas impositivas para asegurar el bienestar social pero a su vez estoy convencido que hoy en día ni es eficaz ni eficiente y la tecnología es clave en ese cambio.
Los que visitan Europa de fuera de la UE, los mismos estadounidenses, no entienden por qué deben pagar impuestos si sólo están de visita. La exención de los mismos como hace Stamp genera más compras, redistribuye la riqueza en más manos y lo que deja de ganar el Estado en impuestos indirectos lo gana en otros directos al generar más ingresos y dejar más divisas. Es un win-win. E igual que se hace en el caso de las compras de viajeros, también se puede hacer con nuevos modelos que aumenten transparencia y genere beneficios en otras áreas, por ejemplo en el empleo y en incentivos directos para la movilidad geográfica.
P.: Has vivido en varios países y observado detenidamente el mundo. ¿Cuál es el reto global que más te preocupa en tu día a día?
R.: Me preocupa y mucho el planeta en sentido amplio, el lugar donde el humano convive con el resto de seres y el humano en sí mismo como responsable máximo de éste. Somos como el hermano mayor, nos guste o no, somos el responsable directo de su cuidado, y nos estamos encargando a conciencia de destruirlo poco a poco. Para mí es incoherente que todos queramos habitarlo igual pero no lo cuidemos igual.
Como sabes, yo he vivido muchos muchos años en Alemania, casi me he criado como adulto allí, y aún sigo sin entender por qué hay tantas diferencias en cómo ven este problema allí en comparación con España. Cuidarlo es un acto de responsabilidad individual y colectiva diario, si nosotros no se lo exigimos a los Estados, muchos Estados no cambiarán, y tenemos el mayor poder para hacerlo, nuestra capacidad de voto y opinión. Si me preguntas qué haría además para cambiar eso, pues vuelvo a la tercera pregunta, la solución está con otro modelo educativo.
P.: ¿Está el sistema educativo actual adaptado para desarrollar a los nuevos protagonistas del cambio?
R.: Parece que la educación es la protagonista del día, aunque tampoco me sorprende porque educar es la base de la disrupción. Contestando a lo que me preguntas, a nivel general no está adaptado y dudo que lo pueda estar con el modelo actual.
Hoy en día la educación sigue siendo una de las armas que crean brecha social, por tanto los actores del cambio surgirán desde un área bastante sesgada que es donde han recibido la formación y valores necesarios para ser changemaker. El mundo no necesita grandes proyectos faraónicos o miles de unicornios, necesita millones de donkeys, burros con valores , formación y fuerza para generar cambio.
Entrevista rápida a Abel Navajas
Pregunta: El mejor viaje de tu vida, ¿a dónde fue?
Respuesta: Malawi, fui para 3 semanas y me habría quedado meses.
P.: ¿Qué país tiene el mejor sistema impositivo para ti?
R.: Te diré un grupo de países, los Bálticos, en concreto Letonia y Estonia, que, por cierto, han superado a España ya en riqueza per cápita.
P.: Un emprendedor o empresario que te haya inspirado.
R.: Emilio Froján, pero si no vale la respuesta, Amancio Ortega, también gallego.
P.: La virtud que más valoras en las personas es…
R.: "Ser buena persona", que la persona desee lo mejor para la otra y actúe en consecuencia.