La dramatización del desembarco vikingo de Catoira ha sido multitudinaria, como era de esperar, tras los años de vacío por la pandemia. Así, han vuelto a disfrutar decenas de miles de personas de esta fiesta cuya primera edición se celebró en el año 1960.
Esta efeméride rememora la importancia de Catoira en la defensa de Galicia frente a los ataques de los piratas normandos y sarracenos en los siglos IX y X. Es una cita que gana enteros cada año y que los días previos transforma al pueblo con diversas actividades como obras teatrales, actuaciones musicales y talleres enfocados a la rememoración histórica.
Así, como preámbulo a la dramatización se celebraron pasacalles desde la Alameda hasta las Torres del Oeste, tuvo lugar una mejillonada y hubo tiempo para disfrutar del mercado con los recitales de Troula y Upsala Medieval. Y este año, además, se celebraron dos importantes citas musicales, con Tanxugueiras, el viernes, y Heredeiros da Crus, el sábado.
Sin embargo, este domingo el protagonismo se lo ha llevado el desembarco vikingo, que ha dejado cientos de instantáneas y vídeos en las redes sociales. Sin duda, decenas de guerreros con cuernos, martillos y espadas de madera merecen una foto.