Vista del Faro Vello de Silleiro.

Vista del Faro Vello de Silleiro. Shutterstock Baiona (Pontevedra)

Turismo

Faro Vello de Silleiro: de vigía en ruinas del Atlántico a nueva joya de la restauración

Inaugurado en 1866 y abandonado tras la construcción del nuevo faro de Cabo Silleiro, el centinela en ruinas acogerá desde este verano un local hostelero y alojamiento en su interior

10 julio, 2024 05:00

Las embravecidas aguas del Atlántico han sido, desde tiempo inmemoriales, especialmente hostiles con los marineros al caer la noche. En la más absoluta negrura, el horizonte marino y terrestre se funden en una sola línea indescifrable que ha llevado a innumerables barcos a perecer bajo los fondos marinos. Fue esta una de las razones que hicieron que los faros empezaran a erigirse por las costas de todo el mundo como auténticos guardianes vitales para aquellos navíos que buscaban llegar sanos y salvos a tierra firme. Galicia, con su indómito litoral, alberga a día de hoy cerca de 150 centinelas marinos, cada uno de ellos con su propia historia y carácter como el de Punta Frouxeira en Valdoviño (el más moderno de la región) o el de Punta Roncadoira, bautizado con tan sugerente nombre por el rugir del mar Cantábrico en este punto de la Mariña lucense. 

La realidad es que muchos de estos centinelas han sido reemplazados con el tiempo por otros más modernos y mejor dotados, relegando sus estructuras a las ruinas y al simple recuerdo (a veces ni eso) de un pasado en el que fueron esenciales para la seguridad de los navegantes. Un buen ejemplo de ello es el caso del Faro Vello de Cabo Silleiro, enclavado en la bocana de la ría de Vigo, frente a la pintoresca localidad pontevedresa de Baiona.

Era 1866 cuando las Rías Baixas sumaban a su paisaje costero un nuevo guardián de la noche en Cabo Silleiro. Con una torre de nueve metros de altura y ubicado sobre un pequeño promontorio a escasos metros sobre el nivel del mar, el alcance de sus destellos rozaba las 30 millas de distancia. Sin embargo, su luz quedaría eclipsada en 1924 por la construcción de un nuevo faro que muy pronto pasó a ser el verdadero emblema del litoral bayonés. Pese a todo, y tras varias décadas de absoluto abandono, el viejo vigía de Cabo Silleiro ―al igual que su compañero más moderno― se encamina este verano hacia una nueva vida de la mano de la hostelería y la restauración. 

El abandono de una vieja gloria

Imagen antiguo del Faro Vello de Silleiro

Imagen antiguo del Faro Vello de Silleiro Baiona Antiga Baiona (Pontevedra)

Una estructura sin techo ni torre era todo lo que quedaba en pie del Faro Vello de Cabo Silleiro, cuya luz se encendió por primera vez en 1866. El primer combustible que utilizó este primigenio centinela de Baiona fue una lámpara de mecha de aceite vegetal, la cual en el año 1909 dejaría paso a otra lámpara de petróleo mucho más moderna para la época. Sin embargo, y a pesar de los esfuerzos por actualizar el equipamiento del faro bayonés, la inauguración de la nueva estructura en agosto de 1924 terminaría por sentenciar el futuro del ahora conocido como Faro Vello. El moderno edificio de Silleiro se levantó en lo alto de una colina montañosa a unos 85 metros sobre el nivel del mar, en una ubicación más que privilegiada que le ha permitido desde su puesta en marcha mantener el horizonte marino a raya en las jornadas más salvajes del océano Atlántico. 

Merece la pena recordar que también en la década de 1940 se construyó en el entorno de Cabo Silleiro la batería de artillería costera J4, con más de 200 metros de galerías subterráneas que conectaban hasta cuatro piezas de artillería Vickers (modelo 1923 de 152,4/50 mm de 1943) fabricadas por la Sociedad Española de Construcción Naval en Reinosa con la intención de proteger la entrada a la ría de Vigo y la villa de Baiona. Sus ruinas, como las de muchas otras baterías militares a lo largo y ancho de las Rías Baixas, todavía forman parte del legado militar que hoy por hoy conserva gran parte del territorio gallego. 

El pleno proceso de metamorfosis

Obras de reconversión en el Faro Vello

Obras de reconversión en el Faro Vello Puerto de Vigo Baiona (Pontevedra)

Antiguos palacetes, molinos, faros y otros tantos elementos del patrimonio gallego han visto reconvertida su actividad natural en las últimas décadas. Bodegas, hoteles, restaurantes e incluso espacios para eventos, son muchas las nuevas funciones que han permitido sobrevivir al paso del tiempo a estas importantes muestras de la arquitectura popular en Galicia. Y por suerte para el Faro Vello de Silleiro, sus ruinas y abandono también darán paso este verano a un espléndido futuro de la mano de la restauración. De hecho, cabe recordar que este proyecto conjunto incluye la reconversión de ambos faros de Cabo Silleiro para uso hostelero y de restauración. 

En el caso particular del Faro Vello, las actuaciones llevadas a cabo se encuentran ya muy avanzadas y es probable que el local de restauración abra sus puertas en la segunda quincena del mes de julio. Según avanzó el presidente de la Autoridad Portuaria de Vigo, Carlos Botana, se trata de un espacio repleto de "sorpresas que se irán descubriendo poco a poco". Por su parte, el actual vigía de Cabo Silleiro centrará su cambio de imagen en dos actividades, la restauración y el sector hostelero, por lo que habrá que esperar un poco más para conocer su estado final dada la envergadura de la actuación. En cualquier caso, y una vez rematados los trabajos, será el primer faro de la provincia de Pontevedra y el tercero de Galicia en ser reconvertido en un hotel.