El miércoles pasado celebramos en el Círculo de Empresarios de Galicia la VI edición de Proptech: Bienvenido al futuro del sector inmobiliario.
Cuando eres organizador, como en este caso mis tres compañeros de Metro Cuadrado Real Estate Club y yo, disfrutas de una implicación especial en los eventos. El hecho de programar, diseñar el contenido y trabajar todo con anterioridad te exige cierto nivel de análisis, reflexión y profundización. Personalmente esto es de lo que más me gusta al organizar y participar en estas actividades.
De la jornada se pueden extraer un montón de conclusiones y datos valiosos, recogidos ampliamente por la prensa al día siguiente, o que incluso se pueden repasar en el vídeo del evento que podemos facilitar a quien desee verlo otra vez o no le fue posible asistir.
Hablamos de talento e innovación en el sector inmobiliario con Borja Dávila de Catenon y Eduardo Aldao de ABANCA; analizamos los precios y mercado vigués aplicando inteligencia artificial en directo con la herramienta Fragua que nos presentó Alejandro Bermudez de Atlas Real Estate; o discutimos con Alfredo Díaz Araque del Ministerio de Vivienda sobre el nivel de penetración de la IA en el momento actual.
Pero sin duda, en el panel que más disfruté fue la entrevista que tuve la suerte de realizar a Mikel Echavarren, presidente para España y Portugal de la consultora internacional Colliers. Para poner un poco en contexto, Colliers opera en 66 países y emplea a 19.000 personas, es una de las consultoras inmobiliarias más grandes del mundo.
Más de 37 años dedicados a la profesión al más alto nivel dotan a Mikel de una experiencia y visión difícilmente igualable, pero hay algo que destaco aún más, su pragmatismo y sentido común.
Sabiendo que es maratoniano y que ha hecho los 6 maratones más importantes del mundo (Majors) si no recuerdo mal en varias ocasiones, no me extraña nada esa forma de ver las cosas y su buena disposición a contribuir compartiendo su bagaje.
Entre los temas que comentamos en la entrevista le pregunté por algo que algunos profesionales sufrimos, y hacemos sufrir en muchas ocasiones a los que nos rodean o a otros profesionales con los que tratamos: El exceso de uso de términos en inglés, sea cual sea el contexto.
Mikel me comentaba que hay términos en inglés que son auto explicativos y es difícil traducirlo, o la traducción te hace pasar de una palabra en inglés a una descripción en español. Un ejemplo que puso fue el de "greenwashing" que es una especie de "lavado verde" de la imagen de una compañía, en la que se ocultan o disfrazan acciones no sostenibles bajo una fachada ecológica para limpiar su actividad. La realidad es que la comodidad gana al idioma y en un contexto en el que las personas estén familiarizados con términos medioambientales parece muy lógico su uso. Ahora bien, si en ese mismo contexto, por muy especialistas que sean, uno suelta enviromental en lugar de ambiental…
Coincidíamos en que los nuevos usos y tendencias propician esta exageración, ahora todo lo relacionado con residencial queda bajo el término "living" y no hay ninguna necesidad de que sea así.
"Debería haber una cárcel entre Galicia y Madrid para cualquier consultor que diga living tres veces seguidas" nos decía Mikel. Y la verdad es que sería muy propio, como una suerte de Monopoly, en el que cuando te pasas de snob o aplicas fuera de contexto palabros anglo sin ton ni son, te envíen sin pasar por la casilla de salida a reflexionar una temporada. Eso sí, que el sector se encargue del diseño, y conscientes de que muchos tendríamos que pasar por allí más de una vez, dotarla de todas las cosas que nos gustan, incluido un buen espacio para eventos con sus posteriores cócteles.
También hay que entender que en cierta medida esto es fruto de que algunos trabajamos en distintos contextos u orientados a inversores institucionales cuyo idioma y día a día implican que los términos clave se manejen en inglés, y esto hace que sin darte cuenta, fuera de ese contexto, te encuentres hablándole a tu amigo ajeno al sector de yield en lugar de rentabilidad, de NPLs en lugar de préstamos morosos o de lender en lugar de financiador. Cuando sea así… a la cárcel de inmobiliarios.
En fin, es una suerte que esto solo ocurra en mi sector, me voy corriendo a "Crossfit" que si llego tarde al "WOD" tengo que pagar "burpees" y hoy tocan "pull ups" y "push press". Como decía, solo los inmobiliarios…