En la última comida-tertulia de Sumamos contamos con la invitada especial más joven de las 58 que han pasado por ellas, con Carlota Corzo.
Carlota estudió Bellas Artes, por vocación y convicción, y es actualmente la fundadora y CEO de la tecnológica Lázzaro, una empresa que acerca las tecnologías más disruptivas a diferentes organizaciones buscando multiplicar su impacto social.
Ella me ha hecho recordar la joven que fui, matriculada en Ingeniería, ni por vocación ni convicción, si no por los bienintencionados consejos de mi entorno y mi propia decisión, aprobando Cálculo y Álgebra para pasarme después a Empresariales, a pesar de que desde siempre, yo había querido estudiar Psicología… Por eso, cuando oigo o leo que debemos fomentar que las chicas de hoy en día estudien carreras STEM, no puedo evitar que algo se encoja en mi interior y que piense que para muchas de ellas esto supone otra presión más en sus mochilas, que se espera de ellas que se suban a ese tren y que esto puede hacerles estudiar carreras distintas a las que realmente les gustaría.
Aunque las carreras STEM se consideran claves para nuestro desarrollo actual y futuro y suponen una entrada directa en el sector tecnológico, no son la única vía de acceso. Cada vez son más las profesionales de diversos ámbitos, como Carlota, que están aportando su experiencia, habilidades y puntos de vista a las empresas de futuro, demostrando que el éxito en este sector no está limitado a una formación específica; como también lo demuestran los ejemplos de María Benjumea, fundadora de Infoempleo y Spain Startup, licenciada en Geografía e Historia, de Irene Cano directora general de Meta Iberia, licenciada en Administración y Dirección de Empresas o de Julie Sweet directora ejecutiva de Accenture, licenciada en Derecho.
Me gustaría que las jóvenes de hoy en día eligiesen su futuro académico y profesional sin verse presionadas por expectativas externas o por estereotipos de género, centrándose en sus aptitudes y habilidades, en lo que su sexto sentido les diga, en lo que realmente son buenas o en lo que les apasione, sea STEM o no STEM. Porque las empresas de futuro además de conocimientos y habilidades tecnológicas, también necesitan empatía, creatividad, sensibilidad, capacidades que suelen aportan las mujeres independientemente de su formación académica. Una formación que, además, se puede complementar con un máster o con cursos de las más variadas temáticas, para que las mujeres también sean protagonistas de las empresas más innovadoras.
Desde Sumamos sabemos que tener ejemplos inspiradores es fundamental para conseguirlo, por lo que seguiremos sumando mujeres referentes a nuestra red y dándoles visibilidad, convencidas de que si sumamos ganamos todos.