PONTEVEDRA, 28 Ene. (EUROPA PRESS) –

La subdelegada del Gobierno en Pontevedra, Maica Larriba, ha presidido este jueves la reunión de la Xunta Provincial de Seguridade, en la que se han analizado los datos provisionales del año 2020 en relación a la delincuencia y las infracciones penales.

Según ha subrayado Maica Larriba, la covid-19, que marcó todo el año pasado, también tuvo su reflejo en la delincuencia en la provincia. Así, descendieron las infracciones habituales, como los robos en domicilios y establecimientos comerciales, pero se incrementaron las estafas leves a través de la red, así como la violencia de género.

En concreto, en el territorio del Cuerpo Nacional de Policía, que vigila las localidades de Vigo, Pontevedra, Redondela, Marín y Vilagarcía, las infracciones penales descendieron un 10,35 por ciento en términos anuales. En el caso de los malos tratos, sin embargo, se incrementaron un 8 por ciento, los delitos contra la libertad sexual un 11 por ciento y los delitos leves con tarjetas bancarias crecieron un 42 por ciento.

Asimismo, la tasa de esclarecimiento de los delitos subió hasta el 42,96 por ciento, "muy por encima de la que se registra en la comunidad autónoma y en el resto el país", ha subrayado la subdelegada.

Por localidades, las infracciones penales descienden en Pontevedra ciudad en un 17,22 por ciento, en Vigo en un 8,97 por ciento, en Vilagarcía en un 15,44 por ciento, en Marín en un 0,81 por ciento y en Redondela, en un 5,3 por ciento.

Demarcación de la Guardia Civil

Por el contrario, en el resto de la provincia, en la demarcación de la Guardia Civil, las infracciones penales se incrementan ligeramente, en un 2,85 por ciento.

La explicación de este ligero incremento, ha indicado Maica Larriba, la tienen las cifras de las estafas en la red. Las infracciones de estafas bancarias crecieron en el año pasado en un más 145 por ciento y las estafas con tarjetas bancarias se incrementaron en un 126 por ciento.

Por el contrario, en esta demarcación, los hurtos bajaron un 30 por ciento y los delitos graves y menos graves bajaron más de un 15 por ciento, mientras que los delitos de violencia de género subieron en un tres por ciento.