PONTEVEDRA, 24 Feb. (EUROPA PRESS) –

La hostelería ha vuelto este miércoles a tomar las calles de Pontevedra en una jornada de protestas simultáneas en varias localidades de Galicia y a solo 48 horas de la reapertura gradual del sector como consecuencia de la mejoría en la situación epidemiológica debida a la Covid-19.

Aunque acatan las medidas, los manifestantes han expresado su desacuerdo con la gestión de la pandemia por parte de la Xunta y del Estado, administraciones a las que exigen indemnizaciones, no ayudas, para un sector "intervenido".

Más de un centenar de profesionales relacionados con la hostelería se han congregado este miércoles frente al edificio administrativo de la Xunta en Pontevedra. Equipados con pancartas con consignas para exigir un rescate, los protestantes recorrieron las calles del centro de la ciudad hasta concentrarse en la Plaza de España, frente a la sede del Concello y de la Subdelegación del Gobierno. De forma paralela, una decena de coches de proveedores completaron el recorrido por carretera haciendo sonar sus bocinas en señal de protesta.

Ya en la plaza, miembros de Hoempo, la asociación de hosteleros de Pontevedra, Poio y Marín, sacaron un ataúd de un coche fúnebre y montaron una capilla ardiente para representar el funeral de un sector que lleva casi un año con restricciones y perdiendo peso cada día que pasa. En el féretro, los hosteleros depositaron los utensilios a modo de ofrenda por los locales perdidos.

"Basta"

El acto concluyó con la lectura de un manifiesto dirigido al Gobierno del Estado, a la Xunta, a la Diputación y a los ayuntamientos en el que afirmaron que "la hostelería de toda Galicia, unida, dice basta".

En su manifiesto han exigido un "rescate sectorial" al tener que parar una "actividad legalmente desarrollada". Y han apuntado que "no" hablan "de pedir limosna" sino "de exigir lo corresponde por el cierre gobernativo" de sus centros de trabajo. "Por impedirnos la actividad", han concluido.