El convento de Santa Clara sigue siendo fuente de hallazgos diarios. Según confirmó hoy el presidente en funciones de la Diputación César Mosquera, los avances son continuos y el equipo arqueológico tendrá suficiente documentación en las próximas semanas para realizar una primera reconstrucción cronológica de como era a vida en el convento y la evolución de la construcción en sus 750 años de historia.
Las excavaciones están localizando numerosos enterramientos en diferentes localizaciones de la finca y de las construcciones, incluso la diferentes niveles: en la huerta, en el claustro, en la iglesia, en la entrada bajo el cemento, en el refectorio viejo y en el coro bajo. Por lo de ahora están excavadas unas 40 tumbas, pero se calcula que los enterramientos fueron masivos por lo que la decisión será no abrir todos, sino localizarlos por georradar y solo abrir los que se consideren más representativos.
"Esto es sorprendente. Podríamos estar toda la vida excavando. Hay incluso enterramientos con dos o tres osamentas juntas", apuntó Mosquera, quien se preguntó se en el recinto habrá millares de cuerpos. "El cementerio que existía era del siglo XX, ¿pero cuanta gente puede estar ahí enterrada en 750 años? ¿2.000, 3.000, 4.000 personas? Solo la una por año son 750. Sabemos que son multitud", subrayó.
También se tienen detectadas diferentes técnicas mortuorias según la época en la que se hizo el sepelio. En algunos casos los cuerpos están dentro de cajas de madera y en otros simplemente en un sudario. Asimismo, parece estar documentado que también hay enterramientos de gente ajena al convento, que acabó enterrada dentro del recinto por tener hecho alguna cesión en su testamento a cambio del enterramiento en el lugar, o bien por colaborar con las monjas de alguna manera.
La información sobre los cuerpos, la manera en que estaban dispuestos, su localización, servirá para hacer una primera aportación al modo de vida del convento. A mayores también se realizarán las analíticas forenses de los huesos, que probablemente estarán finalizadas a finales de año o principios de 2023. Entonces ya se podrá saber con detalle cuestiones como, por ejemplo, el tipo de alimentación que seguían las mujeres recluidas en el recinto religioso.
Entrada por la parte superior
También está habiendo muchas novedades en cuanto al conocimiento de la construcción. Se tienen documentadas edificaciones originales de hace 750 años, partes que desaparecieron y también añadidos posteriores que se están analizando. Según explicó el vicepresidente Mosquera es sorprendente a cantidad de modificaciones que se hicieron a lo largo de la historia, que llegan a crear una construcción "desfigurada" con respecto a otros conventos y edificaciones religiosas coetáneas. Como ejemplo, subrayó que muy probablemente el ábside de la iglesia no sea el original, sino un relevo del siglo XV o XVI.
Otra de las cuestiones más llamativas es que ya está documentado que la entrada original del convento estaba situada en la parte superior de la finca, hacia plaza de Barcelos, antes del siglo XVII, de cuando data el actual muro. Por otra parte, en las diferentes catas realizadas está apareciendo también mucha cerámica enterrada la diferentes niveles (más hondas las más antiguas) que muestran perfectamente las características de uso y tipología.