Las floristas de la ciudad de Pontevedra han alzado la voz y han pedido al Sergas que elimine la norma que prohíbe entregar flores en los hospitales de la ciudad. La prohibición, que llegó con el Covid, todavía no se ha eliminado y sigue perjudicando a un sector que ha vivido una fuerte crisis a causa de la pandemia.
Adriana Colombo, propietaria de Tendencias Floristas, en las inmediaciones del Hospital Provincial de Pontevedra, lamenta que se siga castigando a un sector que del que "no se ha demostrado que seamos culpables de ningún contagio". En un primer momento, dice, entiende que se prohibiese introducir cualquier objeto en los hospitales, cuando las restricciones por la pandemia eran más fuertes. "Pero ahora se pueden llevar globos o cestas de fruta: las únicas que no podemos entrar somos nosotras", explica.
Junto a ella, varios profesionales de la zona se quejan de que esta normativa no se haya revisado y siga "culpabilizando" a las flores de algo que "muchos estudios demuestran que no ocurre". Asimismo, la propia Adriana, junto a otras compañeras, asegura que "las flores son motivo de alegría y se sabe que este tipo de emociones mejoran la calidad de vida de los pacientes".
En varias ocasiones, explican, han pedido explicaciones al Sergas y a los propios hospitales: "lo único que pedimos es poder enviar ramos a las maternidades o a una abuela o un abuelo que lo esté pasando mal". "Entendemos que a los pacientes inmunodeprimidos tampoco podemos llevárselas porque es una norma que viene de lejos y a la que le vemos la lógica", reconocen, en referencia a una norma que impide que se lleven flores a las plantas con pacientes oncológicos, por ejemplo.
El Sergas, por su parte, asegura que en el área Sanitaria de Pontevedra-O Salnés se aplicó esta prohibición como "norma preventiva" y que no es para siempre, aunque por el momento se seguirá manteniendo.