La Fundación Rías do Sur pone punto y final al conflicto que ha mantenido en vilo a los clubes deportivos de la ciudad de Pontevedra durante seis meses. La única piscina olímpica de Pontevedra, que estuvo cerrada entre marzo y agosto de este año, comenzará ahora una nueva etapa con la recuperación de la gestión por parte de sus propietarios.
Héctor Vilariño, presidente de la Fundación, explica que la resolución del contrato de gestión se ha decidido "mediante acuerdo" tras la aplicación de las medidas cautelares dictaminadas por el Juzgado de Primera Instancia número 3 de Pontevedra, que obligaba a reabrir la piscina para clubes y socios el pasado agosto. "Supera ha dejado Rías do Sur y la instalación vuelve a manos de la Fundación", asegura, "aunque todavía no hemos decidido qué haremos con ella".
Por el momento, el complejo no ha podido reabrirse al completo porque el vaso de 50 metros "necesitaba reparaciones importantes", para lo que tuvo que ser vaciado. La situación de prealerta por sequía y el cierre de Ence, además, impiden que se pueda realizar el llenado de esta piscina y que se puedan calentar los más de 2 millones de litros de agua necesarios para su correcto funcionamiento. "Por ahora estamos funcionando con el vaso de 25 metros, aunque no tiene las condiciones adecuadas para todos los clubes ni para todos los deportes", reconoce Vilariño.
Plan a medio plazo
Desde la Fundación Rías do Sur aseguran que la salida de Supera es un paso que debía darse, pero esto no significa que la gestión definitiva del complejo vaya a recaer sobre la organización. "En principio pondremos la instalación a disposición de los clubes para que puedan entrenar y más adelante veremos qué posibilidades tenemos", dice Héctor Vilariño: "Bien buscaremos una nueva gestora o bien seguiremos manteniendo el complejo abierto exclusivamente para clubes y socios".
Explica que, por el momento, "no tenemos ofertas de gestión ni las hemos buscado", porque están centrados en realizar las reparaciones necesarias en el vaso de 50 metros para que se pueda volver a utilizar. "Tendremos que contar también con el apoyo de las administraciones", dice, "y entonces buscaremos a una gestora que haga que la instalación funcione de manera similar a como lo hacía hasta ahora".