El pasado jueves, 23 de febrero, miembros del Grupo de Investigación y Análisis de Tráfico de la Guardia Civil de Pontevedra identificaron a un hombre de 43 años que estaba utilizando medios técnicos para superar el exámen teórico del permiso de conducir.
Una vez terminadas las pruebas, comprobaron que el hombre llevaba un teléfono móvil en el interior de la sudadera, colocado con la cámara abierta, una tarjeta bluetooth y un mini auricular en la oreja. En el exterior del recinto fueron identificados otros dos individuos que colaboraban con él y portaban otro dispositivo bluetooth conectado con el anterior.
La Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos y Seguridad Vial castiga esta infracción con una sanción de 500 euros y la imposibilidad de volver a presentarse al examen en un plazo de seis meses. Desde la Guardia Civil señalan que estos controles se realizan con frecuencia, ya que es una práctica habitual, así como las suplantaciones de identidad.